La Policía Nacional ha puesto en busca y captura internacional a un estadounidense de 55 años y origen ruso, Michael Martin H., por el asesinato a golpes de su mujer, Yana Rose, de 40, cuyo cadáver desnudo fue encontrado ayer enterrado a la puerta de una antigua propiedad, en el camino del Torretxó, en Alzira. El crimen machista se produjo en un apartamento vacacional de Sotogrande, en San Roque (Cádiz), y el presunto asesino se deshizo del cuerpo durante su regreso hacia Estados Unidos, adonde supuestamente huyó desde Italia el pasado 11 de enero.

Este singular crimen machista se destapó ayer, después de que agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València localizaran el cuerpo de la víctima enterrado a gran profundidad junto a la puerta de entrada a una antigua propiedad, hoy un palacete en ruinas, en las afueras de la capital de la Ribera, a escasos 200 metros del hospital de la ciudad.

La tierra se apreciaba removida, pero extraer el cuerpo costó, ya que el criminal se aseguró de enterrarla a más de medio metro de profundidad, cerca de la valla perimetral de la finca, a la que se accede por un camino sin salida y sin apenas tránsito. Además, el presunto asesino se aseguró de despojarla de sus ropas y enseres personales.

El cadáver pudo ser localizado gracias a la última ubicación del móvil de la víctima y al estudio de geolocalización del coche de alquiler en el que Michael Martin H., un empresario endeudado desde 2004 con residencia en Denver (Colorado) viajó desde Cádiz hasta València.

Fuentes de toda solvencia confirmaron a Levante-EMV, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, que el fugitivo realizó varias paradas entre San Roque y Alzira, lo que ha dificultado la localización del cuerpo. Inicialmente, y hasta recibir la información de la compañía telefónica de Estados Unidos, los investigadores exploraron los puntos donde se observaba, a partir de la información almacenada en el GPS del coche, que el vehículo se había detenido, pero no dieron resultado. La tesis más probable es que el criminal fue buscando aleatoriamente lugares para deshacerse del cuerpo, aunque esa información no se conocerá hasta que sea detenido y lo revele, si es que decide confesar.

Grabado por las cámaras

La investigación por la desaparición de Yana Rose, también estadounidense y de origen ruso como su presunto verdugo, dio comienzo cuando una amiga suya denunció su desaparición formalmente el pasado día 9 en la comisaría valenciana de Abastos. Pero su asesinato se remonta a quince días antes.

La pareja, que reside en Denver, donde Michael Martin H. figura como propietario de varias empresas, había decidido realizar un viaje por Europa. Aterrizaron en Roma y, tras recorrer el país, fueron al siguiente punto: el apartamento de la urbanización de lujo de Sotogrande, en San Roque.

El día de Navidad, la madre de Yana Rose trató en vano de hablar con su hija. No respondía a las llamadas, así que la mujer telefoneó a su yerno. Este le dijo que "se habían peleado y que ella se había ido". Incluso mintió diciendo que creía que se había ido a ver a su amiga en València. Pero nunca llegó. Todo apunta a que entonces ya la había matado, en principio a golpes: su cuerpo fue encontrado desnudo y con la cara totalmente desfigurada.

Dos días después, sobre las diez de la noche del 27 de diciembre, las cámaras de seguridad del recinto vacacional grabaron al presunto asesino cuando salía con el cadáver de su mujer y lo introducía en el coche. Esas grabaciones fueron recuperadas hace solo unos días, después de que Homicidios de València solicitara colaboración a la comisaría gaditana tras recibir la denuncia por desaparición de Yana.

Para entonces ya había pasado un tiempo precioso. La reconstrucción de sus pasos permite aventurar que aquella noche condujo sin rumbo, pero hacia el norte, buscando el regreso hacia Italia para volver a su país y tratando de encontrar un lugar seguro para deshacerse del cadáver, que llevó todo ese tiempo en el maletero junto con las herramientas para enterrarlo.

Difusión del caso y fuga

Al día siguiente de la denuncia, la asociación sin ánimo de lucro SOS Desaparecidos, que se ocupa de difundir los casos de personas de toda España, publicaba en su web la búsqueda de Yana Rose.

Solo un día después, el 11, Michael Martin H. tomaba un avión para regresar a Denver, posiblemente alertado por esa difusión.

Nada más hallar el cuerpo, al que hoy se le comenzará a practicar la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de València, la Policía española alertó al FBI, la policía federal estadounidense, para que activase la búsqueda y detención del presunto asesino, que, al cierre de esta edición, al parecer aún no se había producido.