La jueza de los penal de Barcelona Beatriz García-Valdecasas ha dejado sin efecto este jueves la detención y el ingreso en prisión de Éric C. T. G, de 40 años y residente en el barrio barcelonés de Horta-Guinardó, acusado de la difusión a través de internet de la imagen de la víctima de La Manada de Pamplona. El imputado no presentó al juicio que debía celebrarse este miércoles en la Ciutat de la Justícia. La magistrada ha anulado su decisión tras haber sido informada de que el imputado se encuentra ingresado en un centro sanitario. La vista se celebrará próximamente.

Este vecino de Horta-Guinardó, de profesión mecánico, se enfrenta a una petición por parte del fiscal de dos años y medio de cárcel por un delito contra la integridad moral en concurso con otro de revelación de secretos. Las acusaciones le reclaman tres años de prisión. Estaba previsto que la víctima declarara a través de una videoconferencia.

La fiscalía sostiene que el acusado publicó las imágenes y los datos de la víctima de la violación en grupo ocurrida en los Sanfermines del 2016 en una página web. En tres "posts" de internet, añade el ministerio público, Enric C. T. G. colgó reseñas de la joven agredida y fotos que habían sido ya publicadas por terceras personas en otros foros de la red, procedentes de distintas de redes sociales, de la propia víctima o de sus amistades, así como de una escena de la violación múltiple.

El DNI y los apellidos

Entre los datos difundidos por el imputado, subraya la fiscalía, figuraba una copia del DNI, el nombre y apellidos de la mujer, su formación académica y zona de residencia, así como varias fotografías, algunas de ella y otras de uno de los momentos de la violación que sufrió en el interior de un edificio de la capital navarra. El objetivo, según la acusación pública, era "burlarse" de ella y crearle "inquietud moral". Èric C. T. G, que fue identificado por la Policía Nacional, alegó en su declaración ante el juez instructor que se limitó a tomar pantallazos de datos que imágenes de la víctima que circulaban por internet y que los utilizó en mayo del 2017 para replicar, en un chat de dimensiones menores, a un internauta. El acusado admitió, eso sí, que no dispone de wifi en su casa, por lo que utilizó el de una vecina.