Una comunidad de vecinos del barrio de Foners denuncia que lleva cuatro años sufriendo el "acoso" de una familia de okupas que se instaló ilegalmente en una de las viviendas. Reportan ruidos, insultos, lanzamiento de excrementos en zonas comunes y hasta amenazas de muerte mientras las denuncias se acumulan en el Ayuntamiento de Palma y en la Policía Local. "Actúan con total impunidad, estamos desesperados", subraya uno de los vecinos afectados que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias.

Forman la familia un matrimonio y tres menores, incluidos un bebé. De hecho, los vecinos denuncian que es habitual que la familia lanza pañales sucios al patio interior. El piso que ocuparon hace algo más de cuatro años pertenecía a Bankia.

"Cuando llamamos a la policía local nos dicen que no pueden hacer nada porque el piso está okupado, así que es problema del juzgado. Y no entendemos por qué el juzgado no ha emitido todavía una orden de desahucio cuando en teoría tienen una denuncia desde 2018", lamenta este afectado. Del mismo modo, subrayan que han pinchado la luz "sin que Endesa haya hecho nada".

Se sienten "atemorizados", tanto por los okupas como por sus familiares, que viven en el mismo barrio. Denuncian que un día, en la calle, uno de los vecinos sufrió amenazas de muerte y un intento de agresión que se resolvió únicamente con una multa de 90 euros. Asimismo, relatan que habitualmente caen a la calle excrementos y orines del perro de la familia, que suele hacer sus necesidad en el balcón.

Pañales sucios en el patio interior.

Los okupas no pagan ni los gastos de la comunidad —que en teoría debe asumir la entidad financiera propietaria del inmueble— ni el agua, pero ello no es obstáculo para que dejen los grifos abiertos. "Una vez nos llegó una factura tan alta que no la pudimos pagar y nos cortaron el agua. Y encima nos exigieron, con amenazas e insultos, que pagáramos porque ellos también se habían quedado sin agua", manifiesta este afectado. 

Viajes a Eurodisney

La indignación de esta comunidad de vecinos fue en aumento cuando tuvieron constancia de que esta familia regenta dos negocios en el barrio y llevan un nivel de vida alto. "Hace un tiempo tenían redes sociales y comprobamos que se iban de viaje a Eurodisney con los niños. Podrían pagar perfectamente un alquiler o una hipoteca pero no les da la gana", señalan.