Un equipo de guías caninos de la Guardia Civil desplazado expresamente desde Madrid, con perros especializados en la búsqueda de cadáveres, rastreó el lunes una finca del término municipal de Muro , Baleares, en busca de restos de Moustapha El Karchaoui, ciudadano marroquí que está desaparecido desde agosto de 2018, y que se sospecha fue asesinado. Los investigadores recogieron diferentes muestras, que serán sometidas a un análisis de laboratorio para confirmar su origen.

La Policía Judicial de la Guardia Civil lleva años investigando la misteriosa desaparición de Karchaoui, por la que llegaron a detener a un sospechoso en enero de 2019. Este hombre ingresó en prisión, pero quedó en libertad días después ante la ausencia del cuerpo de la víctima.

De hecho, la zona donde se sospecha que pudo haber sido asesinado el joven marroquí, que tenía 26 años y residía en sa Pobla cuando desapareció, ya fue objeto de una exhaustiva búsqueda, en la que intervinieron también perros adiestrados, en los días posteriores a la detención del sospechoso. En aquella ocasión el rastreo no obtuvo resultados.

Los investigadores de la Guardia Civil han obtenido nuevas informaciones, por lo que se ha decidido ampliar la búsqueda a otra finca cercana, en el término municipal de Muro. Para ellos se solicitó la colaboración de agentes del Grupo de Guías Caninos procedentes de Madrid, que cuentan con perros adiestrados capaces de encontrar rastros humanos a pesar de que haya transcurrido largo tiempo.

El lunes, los agentes de la Guardia Civil, con los perros Dylan y Xena, examinaron minuciosamente una finca en la que hay una nave industrial. Los animales detectaron varios rastros y los investigadores recogieron diferentes muestras, que deberán ser analizadas en el laboratorio. De confirmarse que son restos humanos, su adn podría ser cotejado con los familiares de Karchaoui para determinar su origen.

Los investigadores de la Guardia Civil creen que Charkaoui pudo ser asesinado en un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico, y que los autores del crimen se deshicieron del cuerpo. En enero de 2019 fue detenido uno de los sospechosos, un hombre de 38 años identificado como C.T.P, que ingresó en prisión y quedó en libertad posteriormente. Este hombre falleció en febrero de 2020 en las inmediaciones del poblado de Son Banya.