Mataron a 'el Pérez' porque pensaban que él había matado a Pepe. Los jóvenes -entre diez y quince, según los primeros testimonios- que el miércoles a mediodía tendieron una emboscada y asesinaron al chaval de 18 años, en el barrio de Villaverde, en Madrid, lo culpaban de otro crimen, el asesinato a machetazos de Jaime Guerrero, alias Pepe, un futbolista de 15 años, a la entrada de una discoteca de la calle Atocha, el pasado 5 de febrero, según ha sabido CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

La Policía sigue investigando ese asesinato de febrero y tenía entre sus sospechosos al joven conocido como 'el Pérez', vinculado con la banda de los Dominican Don´t Play (DDP). Las pesquisas apuntan que entre seis y ocho miembros de esa banda atacaron a Jaime Guerrero, a quien acusaban de traicionarlos para pasarse al grupo de los Trinitarios. Los especialistas de la policía tenían algunos indicios contra 'el Pérez' y continuaban investigando su posible implicación en el crimen, pero aún no había sido acusado formalmente de nada. Sin embargo, para los Trinitarios ya era culpable.

Corazones verdes

Al día siguiente del crimen de Atocha, integrantes y seguidores de los Trinitarios decidieron vengar la muerte del futbolista. Incluso lo anunciaron en redes sociales firmando algunos mensajes y vídeos con corazones verdes, el color de los Trinis.

Desde entonces, según ha sabido este medio, estuvieron recabando información sobre el joven de 18 años. Descubrieron dónde vivía, averiguaron sus rutinas y el pasado miércoles le tendieron una emboscada poco después de las doce y media del mediodía. Al menos diez de ellos le esperaron muy cerca de su casa, junto a unas vías del tren, y le atacaron en el parque cercano con puñales, machetes y navajas, en la espalda y el abdomen. El joven se desplomó en plena calle Alcocer, en el barrio de Villaverde.

Guerra de bandas

Trinitarios y Dominican Don´t Play, dos bandas de origen dominicano, tienen una guerra sin cuartel por el control de algunas zonas de Madrid, especialmente en los barrios del sureste de la capital. Negarse a entrar en una banda puede ser motivo para que te maten, como le ocurrió al joven Isaac López alias Little Kinky, que fue asesinado el 14 de julio de 2021 en un túnel de Madrid a manos de un grupo o coro de los DDP. La policía ha detenido a cuatro jóvenes por ese asesinato.

Dejar uno de esos grupos para pasarse a otro es casi una sentencia de muerte. De hecho, tal y como reveló este medio, la policía ya había salvado la vida del joven Jaime Guerrero, alias Pepe, una noche de diciembre, cuando vigilando a varios pandilleros de los DDP los descubrieron a la puerta de su casa, para matarlo. En febrero no pudieron evitarlo. Ahora, en abril, los Trinitarios han cumplido su anunciada venganza. Y puede iniciarse otro capítulo.