El juicio contra el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., que se sienta en el banquillo ante un tribunal popular por tres asesinatos consumados, los de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo, y ocho más intentados con otras tantas chicas, entra en su segunda semana con la celebración, esta mañana, de la sexta jornada de la vista oral.

Es el tercer día dedicado en el calendario al análisis de la primera víctima mortal conocida que se le imputa a Jorge Ignacio P. J., Arliene Ramos, la joven brasileña de 31 años que murió tras un encuentro sexual con el acusado, en la madrugada del 25 de marzo de 2019, en una casa de citas ubicada en el número 78 de la Gran Vía Marqués del Turia, en el chaflán ya con la plaza de Cánovas.

La semana pasada, la encargada de la gestión de ese piso relató la agonía de Arliene -"murió en mis brazos en el patio, sé que murió ahí", rememoró en una descripción desgarradora la mujer-, a la que se dio por oficialmente muerta el 3 de abril, nueve días después, porque, según admitió el responsable de UCI y Trasplantes del Hospital Clínico la mantuvieron artificialmente con vida pese a que había entrado en muerte cerebral "para dar tiempo a que su hermana viniese desde Brasil y autorizase la donación de órganos".

Ese día debía haber declarado también una amiga de la infancia de Arliene que estaba con ella en el piso aquel día, pero no fue posible porque la mujer no pudo ser localizada para ser citada a la vista oral. O eso informó la Policía Nacional al tribunal. La magistrada presidenta del jurado incluso leyó el informe que situaba a esta testigo "fuera de España y presuntamente en Brasil". Pero no era así, la testigo, a la que tampoco se pudo localizar policialmente, o así se informó, al menos, ni para declarar ante el grupo que investigó la muerte de Arliene ni después, en los dos juzgados que instruyeron ese caso.

Ella contactó con el abogado al ver el juicio

Fue ella misma quien, el jueves por la tarde, se puso en contacto con el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de la hermana de Arliene, el penalista Juan Carlos Navarro, para decirle que se había enterado de que se estaba celebrando el juicio y que ella era testigo de la causa, por lo que quería acudir.

El viernes, en la quinta sesión de esta vista oral, Navarro informó a la sala de esta novedad, tildada de "gran noticia" por la magistrada por cuanto supone contar con todos los testigos inicialmente programados, y, dado que aún se está en la fase de vista oral, la jueza autorizó que esa mujer pueda declarar hoy ante el jurado. Eso sí, con la oposición de la abogada de la defensa de Jorge Ignacio P.J., que formuló protesta formal alegando que todas las acusaciones habían renunciado el jueves a ese testimonio al creerla ilocalizable, de manera que ya no debía escuharse su testimonio en la sala.

Una vez resuelta esa cuestión, la testigo acudirá hoy a declarar y previsiblemente lo hará en primer lugar, ya que se trata de una prueba testifical, que en los juicios siempre anteceden a las periciales y documentales, que son las prevista para hoy. Tal como adelantó en su momento en exclusiva Levante-EMV, dado que a Jorge Ignacio P.J. se le esta juzgando por once ataques distintos, tres de ellos mortales, la jueza entendió que, en aras a simplificar la complejidad del caso y facilitar a los jurados la comprensión de todos y cada uno de ellos, era mejor plantearlo como once microjuicios dentro del macrojuicio principal.

Gracias a ello, los jurados están pudiendo ver caso a caso, en orden cronológico, como si de un juicio independiente se tratara, así que cada muerte o ataque perimortal está teniendo una primera fase testifical, una pericial y una documental, de manera que los jurados pueden escuchar a los testigos y conocer los informes de los peritos y las pruebas recabadas caso a caso, lo que facilitará su labor enjuiciadora.

Policías, forenses y toxicólogos

Así, una vez escuchada en declaración a la amiga de Arliene, la jueza reanudará el calendario previsto, por lo que hoy comparecerán los agentes de la Policía Científica de huellas y ADN que identificaron a Jorge Ignacio P. J. a partir de las pruebas recabadas en la habitación donde estuvo con Arliene y donde la dejó sola, con convulsiones premortales, para irse a hurtadillas del piso sin advertir a nadie.

También declararán una forense de la sección de Toxicologia del Instituto de Medicina Legal (IML) de València, que analizó la sangre de la víctima, pero no la tomada en su primer ingreso, que como admitió la médica de Urgencias del Clínico, no está en el informe, sino otra tomada mucho más tarde, por lo que la cocaína, que desaparece en horas de ese líquido elemento, ni siquiera debería haber aparecido en un uso recreativo normal (a dosis normales).

Así mismo declararán por videoconferencia cuatro peritos del Instituto Nacional de Toxicología, los forenses del IML que practicaron la autopsia, y dos peritos de la Unidad Central de Toxicología de la Policía Nacional que hablarán sobre la pureza de la cocaína hallada, por lo que la sesión de hoy se prevé densa y larga.