El testimonio de la madre de Marta Calvo, Marisol Burón, era uno de los momentos clave del juicio contra Jorge Ignacio P.J. por la presunta muerte de la joven. Esta madre coraje, calificada así por varios agentes que ya han testificado ante el jurado, fue la última persona que estuvo en contacto con Marta Calvo el mismo día de su desaparición y fue la que denunció su desaparición tras no recibir noticias de su hija tras su fatídico encuentro con el acusado.

Al día siguiente de su desaparición, madre e hija iban a firmar un contrato de alquiler de un local para iniciar juntas un negocio, un salón de belleza. Sin embargo, Jorge Ignacio P.J. se cruzó en su camino y a las 3:31 horas de la madrugada Marisol recibió en su móvil el que sería le último mensaje de su hija. Marta le dijo que estaba en casa de un chico (el ahora acusado de su asesinato) y además le envió la ubicación para que no se preocupara.

Marisol Burón ha querido explicar al jurado cómo vivió las peores horas de su vida. Lleva dos años esperando este momento. Sentarse frente a Jorge Ignacio P.J. sin parabán de por medio, mirarle a la cara, y romperse de rabia y dolor al recordar la angustia que todavía hoy siente.

“Pensé aquí ha pasado algo”

“Yo pulsé la ubicación. No sabía ni dónde estaba Manuel. Le mandé mensajes, la llamé, no le entraba nada, ni mensajes ni llamadas”, ha relatado al jurado. “Pensé que estaría durmiendo. A mediodía volví a intentarlo, pero nada. Seguía estando en Manuel. Vi que estaba a una hora de camino. Por la mañana aún estaba tranquila, pero cuando ya era mediodía y el teléfono daba apagado, ya no podía más. Pensé ‘aquí ha pasado algo’”.

La reacción de la madre de Marta Calvo no se hizo esperar y ella misma ha explicado que haciendo uso de la ubicación que le envió su hija se fue a buscarla con su coche al día siguiente.

“Cuando llegué a aquella casa, vi que había luz”. “Pensé menos mal que mi hija está ahí dentro. Llamé y no me abrían. Le pregunté a unos chicos en la calle. Me dijeron que ahí vivía un chico raro, que no se hace con la vecindad, que no tenían contacto con él, que a veces estaba y a veces no”.

“Continuaba sin abrirme la puerta”.

Fue entonces cuando Marisol vio por primera vez al acusado por la muerte de su hija. “Entonces me abrió la puerta...Con toda la serenidad del mundo me dijo que no conocía a Marta... puedes entrar y mirar y comprobar tú misma que no está”, ha explicado al jurado mientras se rompía al lamentarse de no haber accedido al interior de la vivienda en ese momento

“Entonces me abrió la puerta...Con toda la serenidad del mundo me dijo que no conocía a Marta... puedes entrar y mirar y comprobar tú misma que no está”

Al día siguiente, el sábado, no pudo más y denunció en la comisaría de Abastos, en València. Según el testimonio de la madre de Marta Calvo, el policía que la atendió intentó que no pusiera la denuncia alegando que “si se dedica a lo que se dedica igual está en Ibiza o en Palma y llega con 20.000 euros”.

La angustia por la falta de noticias sobre su hija la hizo volver a Manuel. Desesperada, el martes regresó a Manuel por la tarde para intentar obtener más información sobre el inmueble y su inquilino. Las pesquisas de esta madre coraje continuaron hasta, tal como ha relatado, contactar con la Guardia Civil de Villanueva de Castellón. Allí, según ha explicado, todavía no constaba la desaparición de Marta. El periplo del caso acabó con la investigación en manos de Homicidios y la UCO.

"Me volví loca, me ha robado a mi hija"

“21 días después me llamó el jefe de Homicidios y me dijo que tenía malas noticias. Yo tiré el teléfono. Lo cogió mi marido. Es muy fuerte que dijese que la había descuartizado. Me volví loca. Mi hija era todo bondad, ayudaba a todo el mundo”, ha subrayado Marisol ante la mirada impasible del acusado.

Juicio contra Jorge Ignacio P.J. Miguel Ángel Montesinos

El relato de Marisol estremece a la sala. “La trató como si fuera basura”. “Esto un padre, una madre no lo tendría que huir nunca”.“Y a fecha de hoy no tengo a mi hija. ¿Por qué no la tengo?. Solo quiero recuperar a mi hija. necesito su cuerpo”, gritó desconsolada la madre de Marta Calvo rota de dolor.

“Me ha robado a mi hija y me está robando mi duelo, es una muerte lenta para una madre. Yo no quería seguir viviendo, quería morir”. “Solo estoy viva por hacerle justicia a mi hija. No vengo por venganza lo juro por mi hija. Vengo para hacerle Justicia a mi hija” “Solo pido que me la den”.