Jorge Ignacio P. J., acusado del asesinato de Marta Calvo, ha eludido este miércoles ser sometido a un completo interrogatorio por parte de la Fiscalía y las acusaciones particulares que hubiera puesto de relieve sus numerosas contradicciones y mentiras que han quedado destapadas a lo largo de las sesiones del juicio por testigos y peritos. Así, acogiéndose a su derecho a no declarar o responder únicamente a aquello que deseé, el acusado del asesinato de tres mujeres y de intentarlo con otras siete introduciéndoles grandes cantidades de cocaína de alta pureza por vía genital ha preferido responder únicamente al cómodo interrogatorio de su abogada, pero también a aquellas dudas que tuvieran los miembros del jurado. Con lo que no contaba el presunto asesino en serie es que los jurados serían tan exhaustivos en algunas de sus preguntas como lo hubiera sido la propia fiscal.

¿Por qué daba una identidad falsa con las chicas? “Pero, ¿con cuál?, responde. “Yo normalmente me identifico como Jorge”.

¿Por qué niega a la madre de Marta conocer a su hija? “Uno, creí que era la madame, no la madre. Segundo, ni me acordaba de su nombre de trabajo y no sabía que se llamaba Marta. No le iba a decir lo que había pasado, perdónenme ustedes”.

¿Cómo compró la tarjeta holandesa Encrochat? “Por internet”, dice con la voz aflautada, “esas tarjetas las usan no solo delincuentes, sobre todo los extranjeros, porque tarifica igual en todo el mundo”, se justifica.

¿Por qué no se entregó antes? “No puedo cambiar lo que hice. Eso es una buena pregunta. Si yo llego a saber que no habría sido capaz de suicidarme, claro que me habría entregado”.

¿Contactó con su madre mientras estaba fugado? “Si yo comunico con mi madre, ¿cómo lo hago dónde? ¡Jamás! Eso son elucubraciones de la acusación y de los investigadores. A mi madre han querido incluso... La acusación empezó a acusarla de haberme ayudado a limpiar. Yo no le dije nada a nadie, ni al casero, ni al señor que vino ayer aquí (el del Puig). Si me comuniqué los reto a que lo prueben”, dice.

¿Qué hizo en las tres horas en las que el móvil estuvo sin moverse entre Senyera y Beneixida? “Yo declaré con exactitud lo que ocurrió. Mi teléfono debió quedarse enganchado a esa antena. Yo nunca he estado en Senyera, que es un pueblecito que queda a tres kilómetros de Manuel. Yo ya les dije a los investigadores que ahí no iban a encontrar nada. Yo entiendo que tienen que hacer su trabajo. Han buscado y no han encontrado…”.

¿Cómo sabía que fue el último cliente de Arliene si no recuerda cuándo fue, ni dónde? “Yo lo supe después posteriormente. Cuando el investigador me preguntó si había tenido algún problema, yo refiero esa anécdota, pero no sabía ni que era el último cliente ni que había fallecido”.

¿De dónde sacaba las grandes cantidades de dinero que llevaba el día del control y el día que se entregó? “Yo ya he dicho que soy muy organizado. Tengo mis ahorros. Para nosotros puede ser mucho dinero porque uno es pobre, pero eso lo genera una actividad en un día. El día del control era un dinero que me habían dado de la caja del negocio de mi jefe. Yo como extranjero puedo llevar hasta 10.000 euros sin cometer un ilícito penal”.

¿Por que tiró los restos de Marta a distintos contenedores? “El problema es como llevarlo en el coche sin que se movieran. Eso fue para acordarse de ello. Dos bolsas de las pequeñas cabían en el asiento de delante y la grande, atrás en el suelo al pie del asiento del pasajero. Así me pareció viable. No sabría razonarlo bien. Fue por cuestión de practicidad”.

¿Por qué dice que fue un accidente si solo ve que está muerta cuando se despierta? “Es una forma de expresarlo”.

¿Por qué se deshace del Passat y hasta quiere cambiar la titularidad? “Yo no quise deshacerme, para qué quería mi madre ese coche. Yo me iba a suicidar. El DNI ya estaba en la gestoría. El problema es que faltaba un papel del propietario. Si no, ese cambio ya se habría hecho antes. Si me hubiese querido deshacer, le habría pegado fuego”.

¿Por qué se va de esa forma del piso de Arliene?¿cómo estaba ella? “Arliene estaba actuando de forma errática, pero de pie, por eso yo me fui. Yo no supe algo tan grave”. Vuelve a repetir “que en los pisos burdel no les gusta que uno cierre la puerta duro” para justificar que se fuera a hurtadillas mientras su víctima convulsionaba.

¿Cómo se puede celebrar el cumpleaños después de haber descuartizado a alguien? “Yo no lo celebré.

¿Por qué no tiró las sierras con el cuerpo? “Era tan impresionante para mí saber que lo que estaba moviendo era un cuerpo humano, que no lo sé. Estaba en una bolsa pequeña, diferente, por eso lo tiré. La llevaba en el coche, tampoco la tire tanto después. La tire en Massanassa y luego fui a Carrefour, aunque no lo hayan documentado”.

¿Por que lo tiró en diferentes contenedores y pueblos? “Fui a Alzira porque ahí no me conocía nadie. No fui a Alzira la tercera vez por si me veían otra vez.

¿Por qué no fue a recoger a su madre? “No me acuerdo, igual estaba limpiando. Yo estaba bastante afectado también por lo que había pasado, aunque se pueda creer que no. No quería coger el coche”.

¿A qué atribuye la sangre de Marta encontrada en el pantalón en l’Olleria? “La segunda vez que fui a llevar las bolsas, que me tocó caminar porque aparqué un poco lejos de los contenedores. Cuando empiezo a caminar, las partes empiezan a rozar con las piernas. Cuando tiro la bolsa que más pesaba, después cuando fui a tirar la segunda bolsa, supongo que se habían roto y alguna bolsa se debió romper. Pero ya se vio que la mancha era pequeña”.

¿Por qué hizo varias llamadas a mujeres cuando Marta aun estaba viva? “Cuando nosotros estábamos con Marta, en algún punto decidimos que viniera otra chica y le empezamos a escribir, y seguramente ellas se despertaron y constaron luego, por eso aparecieron los registros en el móvil”.

¿Desea dar una nueva ubicación del cuerpo de Marta? “Yo no tengo ánimo de martirio. Si quisiera maquillar los hechos, habría contado cualquier otra cosa. Me pone bajo una luz muy extraña, pero tengo que hacer justicia, lo que ocurrió fue eso. Ojalá hubiera hecho otra cosa. Yo no puedo luchar contra todo un estado. Tenían medios…”. (insinuando que no supieron buscar el cuerpo)

¿Cómo es posible que no supiera qué le pasó a Arliene, si dice que volvió al piso? “Hay una rotación muy grande de mujeres y de encargadas en los pisos burdel. Lo que yo me pregunto es por que no me dijeron nada cuando me pararon en ese control”.

¿Por qué cuenta cuando se entrega lo del caso de Arliene si se supone que cuando se fue todo estaba bien y lo único raro es que hablara en portugués? “Estaba un poco errática, pero no convulsionaba. Lo refiero como anécdota cuando me preguntan si me ha pasado algo alguna vez”.

¿Por qué decide entregarse concretamente el 4 de diciembre? “Porque no tuve el valor de entregarme antes. Por las ganas de aclararlo todo. Jamás pensé que no fueran a encontrar el cuerpo...” (vuelve a poner en solfa la búsqueda del cadáver).

¿En qué momento cambió de opinión sobre la idea de suicidarse? “Cuando vi que no me podía quitar la vida. Yo pensé que si no le quité la vida a Marta, cómo me iba a quitar la mía”.

¿Reconoce haber tenido relaciones sexuales con Lady Marcela? “No reconozco ese servicio”.

Entonces, ¿cómo explica que estuviera su ADN en seis uñas de Lady Marcela y sus huellas en el lugar? “Puede que yo estuviese pero ahí no pasó nada”.

¿Por qué salió a hurtadillas del piso de Arliene y no llamó a nadie? “No sé si a eso se puede llamar hurtadillas. Ya digo que cuando yo salí, no le pasaba nada, por eso no dije nada”.

¿Con qué fin tenía tantos teléfonos y también el encriptado? “Yo tenía uno fijo que es el que yo tenía para el tema de Pamplona, con el juzgado y mi letrada. Los otros, no sé, a veces salían ofertas en las operadoras, daban 20 gigas un mes y la tarjeta, y los cogía”.

¿Cómo pagaba los alquileres, iba a a prostíbulos, tenía varios coches...? “Mi madre se hacía cargo de uno de los alquileres, que tampoco eran tan caros. Yo soy buen organizador y práctico. Ahorraba. A veces vivía mejor y otras no. Yo tenía un colchón porque habíamos pedido un préstamo al banco de 6.000 euros. No son grandes cifras, nosotros somos pobres. A veces iba dos veces en una semana al prostíbulos y a veces no, si no había dinero”.

¿Cómo bajó el cuerpo de Marta por la escalera? “Cogiéndola por el pecho, así, de espaldas, estaba rígida, rígida”.

¿Cómo se movió en los días que estuvo ilocalizado? “Practico running, así que camino kilómetros sin problema. También en transporte publico. Está documentado”.

¿Qué hizo con los teléfonos? “No sé. Los míos, cuando escribo la carta en el Vips, los tiro a la papelera. Los otros, pues no sé, cuando se acababan las ofertas, los dejaba de usar”.