La Audiencia de Alicante ha condenado al yerno de Puskas y a un exdirector de una sucursal de Caixa Rural Altea en l’Alfàs del Pi a tres años y siete meses de cárcel por robar el legado del mítico jugador. La sentencia, que impone una indemnización de casi un millón de euros, recoge que la responsable civil es Caixa Rural Altea.

"Yo no soy un ladrón". Así concluía su declaración el pasado mes de junio en la Audiencia de Alicante el yerno del mítico jugador húngaro Ferenc Puskas, acusado de gastar y desviar a una cuenta suya los casi 1,2 millones de euros que pagó una empresa editorial de Hungría por el legado del jugador, que incluía sus trofeos y otros bienes. El acusado fue juzgado junto a un exdirector de una sucursal de Caixaltea en l’Alfàs del Pi por sendos delitos de estafa y falsedad documental por los que se les pedía seis años de cárcel. El procesado aseguró al tribunal que tenía autorización tanto de su esposa como de su suegra para disponer del dinero pagado por la editorial húngara por el legado de Puskas.

La viuda de Puskas abrió una cuenta en l’Alfàs del Pi en enero de 2011, donde inicialmente figuraba como autorizada su hija y posteriormente también su yerno. En dicha cuenta se ingresaron 1.190.000 euros en concepto de la venta del legado de Puskas y la Fiscalía y la acusación particular, emprendida por la viuda del jugador -ya fallecida-. Las acusaciones sostienen que el acusado fue autorizado a disponer de fondos de la cuenta sin el consentimiento de la titular y que el importe de la venta correspondía a la mujer del jugador, extremo que reconocía en el contrato de venta del legado la esposa del yerno ahora acusado.

La presunta estafa se descubrió cuando las autoridades húngaras reclamaron a la viuda de Puskas el pago de 191.000 euros como impuesto por la venta del legado del jugador. En ese momento comprobó que apenas había en su cuenta poco más de 1.400 euros. Los 191.000 euros reclamados al viuda fueron enviados a Hungría por el acusado desde su cuenta.

Según la Fiscalía, entre septiembre y octubre de 2011 el yerno extrajo el dinero y los traspasó a una cuenta que se abrió en la misma sucursal. En el juicio se expuso que llegó a realizar un traspaso de 900.000 euros a su cuenta, pero el acusado sostiene que su suegra "me dio un poder general total para hacer lo que quisiera". Este poder, según las acusaciones, es posterior a la muerte de la esposa del acusado, que falleció el 19 de octubre de 2011.

Ese mismo día sacó 70.000 euros y tras indicar, a preguntas del fiscal, que no lo recordaba, afirmó que «sería para los gastos» del tratamiento oncológico de su mujer y de hoteles. Las acusaciones cuestionan su veracidad porque no ha aportado documentación que justifique estos gastos ni otras disposiciones de dinero para comprar un coche, entre otros pagos.

El yerno del legendario jugador hispano-húngaro del Real Madrid insistió que en su suegra y su mujer le dijeron que le autorizaban para disponer del dinero de la cuenta. "Yo hacía lo que mi mujer me mandaba y sacaba dinero para mi suegra; lo único que he hecho por esa mujer es dejarle dinero", explicó en la vista oral.

Sobre el legado de Puskas, el yerno explicó que se trataba de trofeos y otros bienes que estaban en un almacén de Madrid, los llevó luego a San Sebastián y acabaron en Benidorm, donde vivía con la hija en un piso que en su día compró el mítico jugador. En la ciudad benidormí se pactó la venta y el legado viajó a Hungría. "El precio lo fijó mi mujer", afirmó el acusado.

El exdirector de la sucursal de Caixaltea señaló por su parte que el cliente puede disponer del dinero libremente si está autorizado en la cuenta y negó haber recibido compensación económica alguna por parte del yerno del futbolista.

Dos nietas del futbolistas e hijas del acusado aseguraron que el dinero de la venta del legado era de su madre. "Somos humildes. Hemos tenido un abuelo con una trayectoria importante y no queremos que se nos haga más daño", declaró una de las hijas.

Aunque el yerno de Puskas sostiene que su suegra no atravesó problemas económicos, el exjugador y entrenador húngaro József Tóth Zele declaró como testigo en el juicio celebrado en Alicante y aseguró que ella, que le nombró albacea contador-partidor de la herencia, no tenía recursos en Hungría, por lo que veteranos del Real Madrid llegaron a enviarle una ayuda económica.