Comunidad Valenciana

Las dos tesis contrapuestas de la tragedia del Medusa

Las acusaciones exigen depurar responsabilidades por las irregularidades que pudieron favorecer el accidente mortal | Los organizadores se amparan en que pese al cumplimiento de la normativa las estructuras no habrían soportado la fuerza del viento

El Medusa Festival de Cullera, abarrotado de gente antes de la tragedia.

El Medusa Festival de Cullera, abarrotado de gente antes de la tragedia. / A. Iranzo

Miguel Marzal

El próximo 14 de diciembre los investigados por el homicidio imprudente de un joven y veinte delitos de lesiones por imprudencia a otros tantos heridos que asistían al festival de Cullera tendrán que declarar ante el Juzgado de Instrucción número cuatro de Sueca para dar su versión sobre lo ocurrido la madrugada del pasado 13 de agosto.

El informe pericial aprecia "fallos de anclaje" y falta de supervisión del montaje

¿Se pudo evitar la tragedia del Medusa Festival de Cullera? Las acusaciones lo tienen claro desde el primer momento y atribuyen el fallecimiento del joven de 22 años y las lesiones a una veintena de asistentes –hubo más heridos pero no todos acabaron denunciando lo ocurrido– a las múltiples irregularidades detectadas en la organización y montaje de las estructuras que salieron volando como consecuencia de las fuertes rachas de viento en la madrugada del pasado 13 de agosto.

Una de las principales cuestiones que apoya la tesis acusatoria es el informe pericial de dos arquitectos, Adolfo Alonso y Luis de Mazarredo, que analizaron la estabilidad de las estructuras temporales del citado festival Medusa Sunbeach de Cullera. En dicho dictamen, aportado a la causa que instruye el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Sueca, los peritos concluyen que hubo fallos en los anclajes "por errores de definición y de montaje" y que algunas de las estructuras auxiliares ni siquiera formaban parte del proyecto y se instalaron sin la supervisión de técnicos responsables.

De igual modo, tal y como informó en su momento a Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, dicho informe saca a relucir que el proyecto de actividad no recoge ninguna de las estructuras que fallaron. De hecho, ni el escenario principal ni las decoraciones de madera, que salieron despedidas por el viento, estaban recogidas en el proyecto. Asimismo concluyen que "los elementos secundarios de decoración fallaron por las uniones y roturas de la subestructura", según los dos arquitectos autores del informe.

De igual modo, tal y como informó en su momento este periódico, dicho informe saca a relucir que el proyecto de actividad no recoge ninguna de las estructuras que fallaron. De hecho, ni el escenario principal ni las decoraciones de madera, que salieron despedidas por el viento, estaban recogidas en el proyecto. Asimismo concluyen que "los elementos secundarios de decoración fallaron por las uniones y roturas de la subestructura", según los dos arquitectos autores del informe.

Si bien se reconoce que esa noche se dieron condiciones atmosféricas extremas, que el citado informe apunta como no previstas –aunque ese es el segundo caballo de batalla–, el estudio determina que las estructuras que volcaron lo hicieron por el efecto del viento unido a "una evidente insuficiencia de los anclajes al terreno y contrapesos dispuestos". De hecho, se remarca que los anclajes y contrapesos, con depósitos de agua y maceteros, "ofrecían una fuerza de tracción inferior a la necesaria" para resistir dichas ráfagas de viento.

¿Se tenía que haber desalojado antes?

La otra premisa que tratan de acreditar las acusaciones es que los organizadores tuvieron tiempo de paralizar y desalojar mucho antes el recinto del festival con las primeras rachas de viento. Si bien es cierto que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) acotó la alerta de nivel amarillo por tormentas al interior de la provincia de Valencia, de madrugada sí advirtió a través de Twitter que se estaban produciendo fuertes vientos en varias zonas costeras. Además hay testigos que aseguran que horas antes de producirse el reventón térmico –tormenta de arena con temperaturas extremas– ya se cayó parte del decorado precisamente por las rachas de viento.

Ante el riesgo para los asistentes y con los trágicos antecedentes recientes por el viento, como el fallecimiento de dos niñas en el castillo hinchable de Mislata, las acusaciones consideran que se tenía que haber parado o suspendido el festival mucho antes y que no se hizo por cuestiones meramente empresariales y económicas.

Los organizadores alegan que fue fruto de un imprevisible fenómeno meteorológico

Para los organizadores del Medusa festival de Cullera los sucesos acontecidos la madrugada del 13 de agosto fueron fruto de "un imprevisible fenómeno meteorológico de características devastadoras". Desde el primer momento la versión de los responsables de la organización del evento han mantenido que no se preveía en ningún momento que pudiera producirse en el municipio de Cullera y localidades colindantes "un fenómeno virulento que pudiera hacer peligrar la integridad de las personas presentes en el Medusa".

Así, sobre la citación para declarar como investigados el próximo miércoles 14 de diciembre ante el juez de Instrucción número cuatro de Sueca, junto al arquitecto que redactó el proyecto técnico, el ingeniero de la empresa externa que lo validó, y los responsables de dos empresas implicadas en al dotación y montaje de las estructuras, los organizadores califican dicha citación de un mero trámite del juez instructor dirigido a "realizar todas las actuaciones necesarias y recabar todas las pruebas relativas para determinar lo sucedido".

De esta forma, según esgrimen en un comunicado, se amparan en el informe ratificado el pasado 2 de diciembre por el perito judicial, donde éste reconoció que pese a apreciar la existencia de alguna deficiencia en los anclajes de las estructuras, estima que "el cumplimiento de la norma estatal UNE-EN 13782 específica para carpas y estructuras móviles, como era el caso, era insuficiente para que dichas estructuras soportaran, tal y como señalaba el informe de AEMET, las rachas de viento de 100km/h que se dieron la madrugada del día 13 de agosto de 2022 en el recinto donde se celebraba el evento".

De igual modo también insisten en que el informe de inspección ocular emitido por la Guardia Civil demuestra que el Medusa Festival "cumplía con toda la normativa contemplada en las leyes y aplicables a la celebración de este tipo de eventos", hecho que ya defendió en su día el alcalde de Cullera.

Por otro lado, sobre la imprevisibilidad del fenómeno atmosférico ocurrido esa madrugada, desde la dirección del Medusa Festival recuerdan que el informe de AEMET indica "en ningún momento tuvieron constancia de alertas meteorológicas que indicasen la posibilidad de sufrir un fenómeno meteorológico adverso como el que se produjo, y que supusiera un riesgo para la integridad física de asistentes, artistas y trabajadores congregados en Medusa Festival".

Por último, sobre un desalojo preventivo con las primeras rachas de viento detectadas, el personal de seguridad del recinto aseguraron en su día a este periódico que de haber tratado de desalojar a los presentes antes del reventón térmico se habrían podido producir altercados y hubiera presentado el desalojo muchos problemas de seguridad. De hecho, incluso una vez ocurrido el trágico suceso, con un fallecido y cerca de 40 heridos, todavía hubo gente, visiblemente ebria, que se negaba a abandonar el recinto.