Investigación

El juez ordena seguir investigando el accidente del castillo hinchable de Valencia

El magistrado prorroga la instrucción seis meses más para dilucidar las responsabilidades en la muerte el año pasado de dos niñas en la localidad de Mislata

Agentes de la policía junto al castillo hinchable de Mislata la noche de la tragedia.

Agentes de la policía junto al castillo hinchable de Mislata la noche de la tragedia. / MIGUEL ÁNGEL MONTESINOS

Ignacio Cabanes, Teresa Domínguez

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Mislata, que investiga el accidente en la localidad valenciana del castillo hinchable que se cobró hace un año la vida de las pequeñas Vera, de 4 años, y de Cayetana, de 8, ha acordado prorrogar seis meses más el plazo de instrucción de la causa, hasta el 5 de julio de 2023, al estar pendiente todavía la práctica de más diligencias para esclarecer las responsabilidades penales de lo ocurrido, por las cuales figuran por el momento investigados dos feriantes, el ingeniero que supuestamente inspeccionó ‘in situ’ la atracción y el resto del recinto ferial –aunque su teléfono móvil posicionaba ese día en Elche– y el técnico municipal del ayuntamiento de Mislata.

Precisamente hoy tiene que declarar ante la jueza este último investigado, Rubén S. G., el primer y por el momento único imputado del consistorio por dos presuntos delitos de homicidio imprudente y lesiones, tras salir volando nueve niños de la atracción en la Feria de Navidad el 4 de enero del pasado año 2022. Dos de estos menores perdieron la vida, y aunque "el castigo nunca estará a la altura del daño a las niñas y sus familias", como decían los padres de Vera en una carta en el aniversario de su muerte, las familias exigen Justicia y que "no se anteponga el negocio a la seguridad de los niños".

Además de este cuarto investigado, también están citados a declarar hoy en dependencias judiciales cuatro testigos. Por un lado el técnico de Inforatge, el sistema de medición meteorológico con el que cuenta el Ayuntamiento de Mislata desde 2014, cuya estación está ubicada en la azotea del propio consistorio, para que sus ciudadanos conozcan en tiempo real las condiciones climatológicas de su municipio. Como ya informó en su día Levante-EMV, , del grupo Prensa Ibérica, esa tarde del 4 de enero dicha estación, a solo 800 metros en línea recta del lugar del siniestro mortal, registró rachas de viento de hasta 53,2 km/h. Pero nadie paró la actividad de la feria en ningún momento.

Asimismo, está citada la testigo que grabó el vídeo en el que salió volando la atracción y un testigo que apreció la presunta ausencia de anclajes de la estructura al suelo en uno de sus laterales. Por último está citada una mujer que en principio no guarda relación alguna con el accidente pero cuyo teléfono fue facilitado por los feriantes a la policía.

Respecto a la posibilidad de nuevos investigados en la causa, que podría salpicar a otros miembros del consistorio, la jueza instructora decidió que por el momento «no ha lugar» a citar como investigado a Antonio Arenas, concejal de Fiestas, «en este momento procesal». Así, será el técnico municipal, en su día interrogado por la Policía Nacional, el que deberá dar explicaciones por lo ocurrido el día de la tragedia hoy ante la jueza.

Por su parte el ingeniero que certificó el castillo hinchable de Mislata alegó en su declaración judicial que sí estuvo en la feria, pero que se olvidó el móvil en Elx, para así tratar de justificar la geolocalización de su teléfono.

Las tres claves: el estado de los anclajes, la ubicación de la feria y la atracción y la falta de supervisión

El informe del perito judicial, del que informó en exclusiva este periódico, remarca tres hechos fundamentales que pudieron influir directamente en el accidente. Por un lado, la ubicación de la feria no era la establecida –usaron el proyecto de la de verano para la de Navidad–, las atracciones no estaban colocadas como decía el documento y, sobre todo, el castillo hinchable no estaba ni dónde ni cómo debía, entre otras dos atracciones, sino en un extremo del recinto ferial, precisamente con el lateral más amplio de cara al punto por el que entró la última ráfaga de viento que lo izó por los aires.

Por otro, como causa fundamental que baraja tanto la Policía como el perito judicial es la falta de anclajes y el pésimo estado y calidad de las cuerdas y cinchas que aparecieron rotas, en unas casos, y cortadas, en otras, alrededor de la atracción.

Por último está si se supervisó o no la atracción debidamente. Ese aspecto será sobre el que se centrará el interrogatorio de hoy al técnico municipal, quien ante la policía argumentó que la inspección por parte del ayuntamiento «no es obligatoria, sino potestativa», ya que el consistorio tenía la declaración responsable de parte que amparaba, en teoría, el buen estado de las atracciones y la correcta instalación de la feria en su conjunto.