El capo del hachís fugado solo llevaba un mes en A Coruña

Logró el tercer grado al conseguir un empleo como chófer de su abogado y a pesar de protagonizar varios incidentes en cárceles del sur de España

Centro de Inserción Social de A Coruña, en As Lagoas.

Centro de Inserción Social de A Coruña, en As Lagoas. / Víctor Echave

RAC

Anselmo Sevillano Amaya, el capo del hachís de Andalucía que se encuentra fugado, llevaba menos de un mes en el Centro de Inserción Social de As Lagoas en Coruña, según fuentes penitenciarias. A pesar de haber protagonizado varios incidentes graves en las prisiones del sur de España en las que estuvo recluído, consiguió el tercer grado al convertirse en empleado como chófer de su propio abogado. Para pasar desapercibido, solicitó el traslado a la ciudad, algo que le fue concedido, al igual que el estado más leve de cumplimiento de condena. Haber conseguido un empleo le permitía, además, abandonar el Centro de Inserción Social el viernes y no regresar hasta el lunes. El pasado día 20 no se presentó en el recinto situado en As Lagoas.

Fuentes de los sindicatos de instituciones penitenciarias señalan que este tipo de situaciones son habituales entre los reclusos que cumplen el tercer grado, aunque en el caso de Sevillano es más relevante debido a los medios económicos de que dispone por la actividad delictiva que desarrolló hasta su detención. Esto hace sospechar que el antiguo traficante haya aprovechado los últimos días para abandonar el país.

Sevillano, al que buscan por no presentarse a un juicio en Andalucía, está considerado como uno de los principales comercializadores de hachís en Europa hasta que fue capturado en 2011 y condenado a prisión hasta 2029 por un alijo de 3,6 toneladas de hachís.