Simulaban ser policías y reventaban cajeros con explosivos: 14 detenidos en Madrid y Málaga

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra, desarticulan dos grupos criminales que operaban por toda España

Armas, dinero y demás objetos incautados tras los registros.

Armas, dinero y demás objetos incautados tras los registros. / Policía Nacional

Redacción

A mediados del pasado mes de febrero, una fuerte explosión despertó a los vecinos de Pinto (Madrid). Habían intentado reventar un cajero para hacerse con el dinero. No lo consiguieron, no lograron sustraerlo, pero los daños fueron notables. Meses antes, se había producido la misma situación en Málaga. Dos robos con fuerza, mediante el uso de explosivos, en entidades bancarias. Sustrajeron más de 82.000 euros. Poco después de Málaga, se produjo un robo similar, en Valencia. Los ladrones sustrajeron 40.000 euros. Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra han desarticulado dos grupos criminales con la detención de 14 personas en Madrid y Malaga, aunque operaban por todo el mapa.

 Además del uso de explosivos, los arrestados también cometían robos con violencia simulando ser miembros de las fuerzas de seguridad y utilizando técnicas medios y equipamientos especiales, no dudando en detener ilegalmente a sus víctimas y empleando una violencia extrema. Los explosivos utilizados, denominados por los miembros del grupo como "petacas", eran fabricados por ellos mismos a partir de la pólvora de petardos y otros artefactos pirotécnicos.

Ropa de policía y guardia civil

Articulaban dos grupos criminales y actuaban por todo el territorio nacional. Los 14 detenidos contaban con un amplio historial delictivo y se les imputan 15 hechos delictivos en los que sustrajeron más de 600.000 euros.

 Tras la detención, en el marco de la operación policial, se han realizado 23 registros simultáneos en los que han intervenido una gran cantidad de armas y cartuchos, balizas GPS, material de cerrajería para la apertura de puertas, inhibidores de alarmas, numeroso material y ropa de Policía Nacional y Guardia Civil, dinero en efectivo y placas de matrícula falsas, entre otros efectos. Asimismo, se ha desmantelado una plantación de marihuana y se han incautado 112 plantas.

Explosivos caseros

 La investigación se inició en agosto de 2022, tras el golpe en Málaga. Los agentes pudieron acreditar que se trataba de un entramado que repetiría golpe en Valencia. Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron otro grupo criminal cuyos miembros –asentados en Madrid- también cometían robos en cajeros automáticos utilizando explosivos. Las "petacas" eran las mismas.

Los investigados, afirman fuentes policiales en un comunicado, "utilizaban un modus operandi similar y contaban con el mismo proveedor de explosivos caseros, eran responsables de siete ataques a cajeros automáticos en el año 2022 en Barcelona, Madrid, Alcalá de Henares y Alcobendas, donde lograron obtener un botín de cerca de 550.000 euros".

 Las pesquisas llevaron a saber que estaban afincados en las ciudades de Madrid y Málaga y que, entre ellos, se encontraba la persona encargada de fabricar los artefactos explosivos, elaborados con pólvora negra procedente de petardos y otros artefactos pirotécnicos que era prensada en una cápsula metálica a la que denominaban "petaca".

Coches robados

Los ladrones, cuyo botín supera los 600.000 euros, utilizaban técnicas evolucionadas en el robo de cajeros automáticos -haciendo uso de medios y equipamientos especiales- y extremaban las medidas de seguridad antes, durante y después de la ejecución de los robos.

 Los agentes detectaron, además, que utilizaban vehículos sustraídos de gran potencia a los que, una vez consumado el robo, y lejos del lugar del mismo, les prendían fuego para volver a desplazarse en otros turismos también robados que habían ocultado pero no utilizado. Apagaban sus teléfonos móviles y se desprendían de las ropas que empleaban.

La investigacion arrojó que, además, habían participado en dos hechos delictivos de carácter violento ocurridos en Málaga, simulando ser policías

La pesquisas policiales desvelaron que la actividad delictiva de los detenidos no consistía únicamente en el robo a entidades bancarias mediante el uso de explosivos, sino que algunos de ellos había participado en dos hechos delictivos de carácter violento ocurridos en Málaga.

 El primero de ellos tuvo lugar a principios del pasado mes de marzo en el municipio malagueño de Vélez-Málaga, a las puertas del domicilio de la víctima. Los investigados utilizaron vehículos que habían robado previamente y se hicieron pasar por policías -armados con pistolas y exhibiendo chalecos y placas policiales- para introducirla a la fuerza en uno de ellos, maniatándola con bridas y la trasladándola a un descampado. Allí la golpearon, al tiempo que le reclamaban la ubicación del lugar donde tenía guardado el dinero en su domicilio, y le sustrajeron su documentación, 1.270 euros, y llaves de su vivienda, de su local de trabajo y de su vehículo, liberándolo posteriormente. Por otra parte, los dos vehículos robados utilizados para cometer los hechos fueron calcinados ese mismo día.

A la segunda víctima le cerraron el paso por delante y por detrás con dos vehículos, rompiendo los cristales de su coche

A mediados de abril, los arrestados asaltaron a otra víctima en un polígono de Málaga. Como en el caso anterior, disponían de informaciones privilegiadas y utilizaron dos vehículos sustraídos con las placas de matrícula dobladas. Tras vigilar a la víctima, decidieron asaltarla cuando iba conduciendo y portaba en el interior del vehículo 30.000 euros en efectivo y un pagaré de 3.430 euros. En esta ocasión, le cerraron el paso por delante y por detrás con dos vehículos, rompiendo los cristales de su coche y sacándolo por la fuerza del interior para quitarle el vehículo y marcharse con él y su dinero.

 Los investigados también eran especialistas en el robo de vehículos así como en el posterior "doblado" de placas de matrícula. De esta forma, facilitaban tanto la comisión del hecho como la huida posterior y dificultaban la labor de investigación policial al calcinar por completo los vehículos o rociar su interior con polvo de extintor para eliminar cualquier tipo de prueba que pudiera incriminarles.

Robo en tres fases

 Tal y como han explicado los agentes, el modus operandi se dividía en tres fases. La primera consistía en seleccionar a los objetivos o víctimas; para ello disponían de informaciones privilegiadas o "santos" sobre la capacidad económica de las posibles víctimas o su relación con negocios ilícitos, tales como el tráfico de drogas o la tenencia de importantes cantidades de dinero de difícil justificación.

 La segunda fase se basaba en vigilar a las víctimas, controlando sus rutinas y movimientos. Utilizando para ello técnicas y medios especiales como cámaras de vigilancia o balizas GPS.

 La tercera fase era la ejecución del robo. En función del objetivo, sería un robo con fuerza o con violencia; en el segundo caso, simulando ser miembros de las fuerzas de seguridad y utilizando técnicas, medios y equipamientos policiales, no dudando en detener ilegalmente a sus víctimas y empleando una violencia extrema.

Un fugado

La operación policial finalizó a finales del pasado mes de abril, con la detención de todos los investigados -14 en total- a excepción de uno que escapó al detectar el dispositivo policial.

A los arrestados se les imputa la presunta comisión de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, robo de con violencia, robo de vehículos, detención ilegal, lesiones, usurpación de funciones públicas, tenencia ilícita de armas y falsedad documental.

Todos, con un amplio historial delictivo (siendo la práctica totalidad de sus antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio), eran conocedores de las técnicas policiales, y cometían los robos por todo el territorio nacional -desplazándose de una comunidad autónoma a otra- y eran especialistas en el uso de medios, equipamientos y técnicas policiales.

Más de 600.000 euros

Con la detencion, los agentes han esclarecido 15 hechos delictivos cometidos entre junio de 2022 y abril de 2023. En junio del pasado año protagonizaron dos robos con fuerza mediante el uso de explosivos en dos entidades bancarias de los municipios barceloneses de Santa Coloma de Gramanet y Montcada, en los que sustrajeron 67.450 euros y 127.210 euros respectivamente. Tan solo un mes después realizaron otro robo con fuerza mediante uso de artefacto explosivo en una entidad bancaria de Madrid, haciéndose con un botín de entre 50.000 y 90.000 euros.

 En agosto de 2022 cometieron otros dos robos con fuerza mediante explosivos en dos entidades bancarias de Málaga sustrayendo, en esta ocasión, 43.970 y 38.180 euros. Al mes siguiente, dos hechos delictivos con el mismo modus operandi en entidades bancarias de Barcelona se saldaron con el robo de 47.380 y 92.860 euros. En octubre, se produjo en Valencia otro hecho delictivo de idéntica naturaleza en el que sustrajeron 40.000 euros. Y en diciembre, se cometieron dos robos con fuerza más en entidades bancarias de Alcalá de Henares (Madrid) y Alcobendas (Madrid), sustrayendo las cantidades de 46.350 euros y 78.330 euros respectivamente.

 En febrero de este año, se cometieron tres robos con fuerza en Madrid; uno de ellos en un concesionario de vehículos de alta gama donde sustrajeron un vehículo; otro, en un establecimiento óptico de Majadahonda de donde se llevaron gafas, monturas y alarmas valoradas en más de 10.000 euros; y el tercero, en grado de tentativa, en una entidad bancaria de Pinto. Por último, en marzo y abril de 2023 se produjeron los dos robos con violencia referidos en Málaga.