Denegada de nuevo la petición de libertad del asesino de Juana Canal

Jesús Pradales está acusado de matar a su pareja en Madrid, descuartizarla y ocultar su cadáver 19 años | La Audiencia de Madrid concluye que las acciones del hombre han sido enfocadas "a su propio encubrimiento"

Una imagen y una flor de las muchas con las que rindieron homenaje a Juana Canal en Ciudad Lineal, el pasado 25N. CASO ABIERTO

Una imagen y una flor de las muchas con las que rindieron homenaje a Juana Canal en Ciudad Lineal, el pasado 25N. CASO ABIERTO

Tamara Morillo

Tamara Morillo

Su principal argumento fueron sus hijos. Tiene cuatro, tres de ellos menores de edad, y desde que está en la cárcel, "viven en situación precaria". Esgrimía, también, que no se iba a fugar y que "ha colaborado con la justicia". Jesús Pradales, -en prisión provisional- acusado de matar a quien fuera su pareja, Juana Canal, en la casa que compartían en el madrileño barrio de Ciudad Lineal, descuartizar su cuerpo y esconderlo durante 19 años, continuará en prisión hasta que se celebre el juicio.

 La Sección 23 de Audiencia Provincial de Madrid, en un auto al que ha accedido CASO ABIERTO –portal de Sucesos e Investigación de Prensa Ibérica- desestima el recurso presentado por Jesús Pradales, y rechaza la solicitud de libertad provisional del investigado. Los magistrados advierten de que este, además, podría enfrentarse a una pena superior a 12 años.

No colaboró con la justicia

Jesús Pradales, desde su detención, ha manifestado haber colaborado con los investigadores. Ha dicho, también, que mató a Juani, pero "no quería hacerlo". Que la descuartizó y escondió durante casi dos décadas, por miedo. Piensa que la prisión provisional atenta contra sus derechos. Quiere esperar a ser juzgado en la calle, junto a su familia, en su feria.

Tal y como adelantó CASO ABIERTO, en el escrito presentado para solicitar la libertad, el asesino indicaba que, desde que está en prisión, tiene parado el negocio: una caravana de hamburguesas y patatas fritas (Burguer Jesús) y un 'cacharrito' de verbena ('Wipeout hinchable Palo Loco'). Su mujer no puede atenderlos y estos no solo no genera ingresos, sino que mantenerlos le cuesta dinero. Habla de su familia, para argumentar que no va a fugarse. De sus padres, ya mayores, habla de arraigo.

Defendía que "ha colaborado con la justicia". Lo hizo tarde, cuando fue detenido después de que dos senderistas hallaron los restos de Juana Canal cerca de una finca propiedad de su familia, y lo hizo a medias: dos declaraciones en sede policial, asegurando que mató a Juana accidentalmente, y una ante la jueza: en la misma dirección. "Yo quería a Juani", contó, la mató sin querer hacerlo: "estiré el brazo (...) estaba inmóvil, con los ojos abiertos y las pupilas muy dilatadas. En ese momento tenía cosas que bajar al coche. No me preocupaba que no reaccionara. Cuando subo a por más, la veo ahí, tirada en el suelo...". No respiraba.

Los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid rechazan sus argumentos: "debemos tener por cierto que desde el fallecimiento de la víctima, hasta que esta fue hallada" (19 años), Pradales "no ha realizado ninguna acción destinada a fin distinto del de su propio encubrimiento, tratando de evitar que fuera descubierta su participación en los hechos”.

Jesús Pradales, durante el registro de la finca cercana donde fueron hallados restos de Juani. / EFE

Jesús Pradales, durante el registro de la finca cercana donde fueron hallados restos de Juani. / EFE

Destacan que una vez detenido, y con la investigación finalizada, fue cuando el propio Pradales admitió su participación en los hechos, calificando de un delito de homicidio, castigado con penas de hasta 12 años. Dada la gravedad, va intrínseco el riesgo de fuga.

Recuerdan, además, que "el investigado fue capaz de no ser localizado por los cuerpos y fuerzas de seguridad desde la comisión de los hechos” hasta el hallazgo. Lo que "reafirma la existencia de un evidente riesgo de fuga, al haber permanecido oculto para la justicia durante 19 años".

"No podía con ella"

Una discusión, "como muchas otras". Ya había pasado anteriormente, arrancó diciendo Jesús Pradales ante la jueza, dos días después de ser detenido cerca de su domicilio, en Fuente el Saz de Jarama (Madrid). Admitió que había empujado antes a Juana, "una vez", pero no le pasó nada. En cambio, la noche del 23 de febrero, "cayo desplomada".

Imagen de Juana Canal cedida por su familia a CASO ABIERTO. / CASO ABIERTO

Imagen de Juana Canal cedida por su familia a CASO ABIERTO. / CASO ABIERTO

"Usted ha declarado en dos ocasiones en sede policial", le recordó la jueza, "¿se afirma y ratifica en esas dos declaraciones?". "Sí", contesto Pradales, "sobre todo la segunda que corrige a la primera". En la primera asumió todo, cambió de abogado, y se retractó: contó que la mató por accidente, no quería matarla. Se asustó. La metió en la bañera, la cortó en dos y guardó sus restos en dos maletas.

Lo hizo, según narró, porque quería "deshacerse" del cuerpo. “No podía con ella” (Juani medía 1,70 metros y, según reconoció en sede judicial el propio Pradales, no pesaría más de 60 kilos), "yo intenté llevármela poniendo su brazo por encima de mi cuello, para llevarla como si estuviera borracha, pero era imposible, pesaba mucho, las piernas arrastrando... no podía".

Fue cuando la llevó a la bañera. La cortó en dos, "por encima de la cadera", y la metió en las maletas. "Limpié la bañera y me llevé el cuerpo de Juani... Lo enterré y volví a casa. Cuando volví, me di cuenta de que las cortinas del baño estaban manchadas, así que me puse a limpiarlas. Eché un vistazo por si había algo más... escribí la nota y me fui".

Una imagen de Juana Canal junto a la nota que encontró su hijo mayor cuando llegó a casa. / CASO ABIERTO /

Una imagen de Juana Canal junto a la nota que encontró su hijo mayor cuando llegó a casa. / CASO ABIERTO /

"Se ha tomado pastillas y se ha ido"

"Sergio, hemos vuelto a discutir (ha llamado a la policía y todo). Tu madre se ha tomado un montón de pastillas y se ha ido. Ha habido un momento que se ha quedado muy grogui. Me ha amenazado con beber, me voy a buscarla".

Una carta. Un trozo de papel. Pradales no dejó más. Desapareció de las vidas de todos. Forjó una nueva vida, una familia -en junio desde ese mismo año, empezó a vivir con la actual madre de sus hijos-, dejó el taxi, se hizo feriante, y se mantuvo en silencio.

Juani era amante de la música, como todos en casa. / FOTO CEDIDA POR LA FAMILIA A CASO ABIERTO /

Juani era amante de la música, como todos en casa. / FOTO CEDIDA POR LA FAMILIA A CASO ABIERTO /

Juana tenía 38 años y dos hijos de su anterior matrimonio. Tras una mala racha, había encontrado trabajo y se acababa de instalar en el madrileño distrito de Ciudad Lineal. Conoció a Jesús Pradales e inició una relación que duró un año. La madruga del 23 de febrero murió asesinada. El hallazgo de sus restos se produjo tres meses después de que CASO ABIERTO publicara un reportaje que contribuyó a reactivar la búsqueda y el caso. La localización de sus huesos, hallados en 2019 por unos senderistas, no fue comunicada a su familia hasta el 28 de junio de 2022. Durante 19 años sus hijos, sus hermanos, sus sobrinos, vivieron buscándola.