Expulsan a un niño de 10 años tras el supuesto abuso sexual a una niña de 5 en el baño del colegio en Ourense

El menor es inimputable por edad y la Fiscalía abre expediente de protección para que la Xunta estudie si procede alguna medida educativa, terapéutica o social

El palacio de justicia de Ourense, sede de la Fiscalía de Menores.

El palacio de justicia de Ourense, sede de la Fiscalía de Menores. / C. P.

J. F.

Ourense

Un caso de supuesto abuso sexual en un centro educativo de Infantil y Primaria de la ciudad de Ourense, en el que tanto la víctima como el supuesto agresor son menores de corta edad, ha motivado la expulsión preventiva de un niño de 10 años del colegio, después que se activase el correspondiente protocolo para este tipo de hechos. Una niña de 5 años contó que el menor de mayor edad abusó presuntamente de ella en el baño. Ocurrió fuera del horario lectivo, a primera hora de la tarde, con las clases ya finalizadas, porque el colegio imparte la docencia en jornada continua.

El centro comunicó los hechos a la Fiscalía de Menores. A nivel penal no existe recorrido porque en España no hay responsabilidad penal para los niños y adolescentes con menos de 14 años, que son inimputables. Por eso, las diligencias preliminares abiertas por el ministerio público están archivadas.

Para velar por el interés de los menores, la función de la institución, y para averiguar el contexto de este niño de 10 años, la Fiscalía de Ourense ha incoado un expediente de protección, para que la Xunta valore si es necesaria alguna medida, entre las alternativas posibles que ofrece el sistema para casos como el que se ha registrado: educativas, terapéuticas o de atención social.

Como ejemplos de medidas educativas se encuentran los programas de orientación y de apoyo educativo, que buscan inculcar conductas positivas. Entre la posibles acciones de atención social están previstas intervenciones para mejorar las condiciones familiares y sociales del menor.

En los casos en los que resulte necesario, también pueden introducirse medidas terapéuticas, como los tratamientos psicológicos o psiquiátricos. «La intervención siempre debe tener como objetivo principal el bienestar y desarrollo del menor, evitando la estigmatización», subrayan desde la Fiscalía, que aboga por respetar la identidad e intimidad de los afectados, por su corta edad.

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