El wallaby de patas amarillas australiano, rinocerontes blancos y negros en Namibia, el tigre de Bengala en la India y el buey almizclero en Groenlandia son algunos de los animales en peligro de extinción que la familia Canela-Margarit mostrarán en Espíritu salvaje, un nuevo programa de Cuatro.

Andoni Canela, fotógrafo especializado en naturaleza, y Meritxell Margarit, periodista y escritora de libros infantiles, se lanzan con sus hijos Unai y Amaia, de 13 y 7 años, a recorrer siete destinos para documentar animales en peligro de extinción o amenazados, así como su ecosistema, lo que se ha plasmado en el docu-reality Espíritu salvaje, que el canal de Mediaset emitirá próximamente en horario de máxima audiencia.

No es la primera vez que esta familia de espíritu nómada se embarca en una aventura similar. Ya lo hicieron durante 15 meses para el documental El viaje de Unai, que fue candidata a Mejor Película Documental de los Goya 2016 e inspiró a Cuatro, Big Bang Media y Noski Productions para esta serie de siete episodios.

A los Canela-Margarit les animó la idea de "dejar evidencia de que se están desforestando selvas tropicales, que hay superpoblación humana en humedales, que existe el cambio climático y que están desapareciendo muchas especies", explicó ayer el progenitor, siempre en busca de la "foto soñada". Es ésa que "no sueles conseguir", en la que se logra retratar en su entorno natural al animal buscado - "tarea que puede llevar desde horas hasta semanas", asegura- para que la imagen "comunique" y transmita un mensaje.

"El mensaje es que hay que valorar la naturaleza, dar a conocer a los animales amenazados para que se valoren. Queremos hacer una llamada a la protección de los animales y sus ecosistemas", dice este profesional, Premio Godó de Fotoperiodismo en 2007, autor de varios libros y con instantáneas publicadas en medio mundo.

Viajar con dos niños a destinos remotos no es un inconveniente para unos padres que desde pequeños los acostumbraron a acampar y a convivir en respeto con la naturaleza. "Se han adaptado a comer y dormir en cualquier sitio", dice Andoni Canela.

En esta expedición, la familia ha comprobado cómo la población de rinocerontes negros de Namibia "se ha reducido a la mitad por los cazadores furtivos" o en la India selvas que el fotógrafo conoció frondosas años atrás se han convertidos en "campos de cultivo secos", pero también han tenido experiencias tan satisfactorias como comprobar que se está recuperando el buey almizclero en la tundra de Groenlandia. "En los países desarrollados hay programas para su recuperación", explican.