La periodista Virginia Díaz, que recibió el pasado año el premio Ondas, compagina su labor al frente del programa Cachitos de hierro y cromo en La 2 con 180 grados, en Radio 3. Díaz es una de las voces públicas que el pasado 8 de marzo decidió secundar la huelga feminista. Eso sí, ese día el espacio 180 grados estuvo protagonizado por 26 voces femeninas reivindicativas.

- Hizo huelga el 8-M.

-Pasé prácticamente una semana sin dormir porque no sabía si contribuía más a la causa haciendo huelga (y que la emisora pusiera un colchón musical) o emitiendo el programa que tenía preparado, compuesto por 26 mujeres artistas, músicos y compositoras que alzaron su voz para reivindicarse. Consideré, finalmente, que yo aportaba muchísimo más a la causa si abría el micrófono de Radio 3 para que hablaran todas ellas y la gente supiera qué pasa con las mujeres en la industria de la música. Hasta la noche anterior no tuve claro qué hacer. El 8-M paré, silencié mi voz, pero dejé preparado el programa de las voces femeninas reivindicativas. Creo que la gente lo entendió y agradeció. Muchos no son conscientes de lo que está pasando con las mujeres.

- ¿El mundo de la crítica musical rezuma testosterona?

-Es verdad que hay muy pocas mujeres en el periodismo musical. Creo que muchas desisten por ser un mundillo dominado por los hombres, tenemos cierto miedo a meternos ahí por cómo nos puedan tratar. Siempre que me preguntan, animo a meterse. En mi caso, jamás me sentí discriminada. Muchas veces, nosotras mismas nos ponemos obstáculos. También te digo que fuera de Radio 3 sí he experimentado trato de machismo en el mundo musical.

- ¿Cuándo?

-Lo pasé fatal. Ocurrió hace cinco años. Me invitaron a una mesa redonda en la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense. Era el día del rock. Me presenté y dije que, aparte de 180 grados, era la subdirectora de Cachitos. Un individuo me preguntó que por qué sólo poníamos pop de mierda en ese programa. A partir de ahí, empezó a decirme una serie de barbaridades. Sabía que esa bronca que me estaba echando y esa manera de dejarme en ridículo y ningunearme era porque yo era una chica. Lo sé perfectamente. El resto de la mesa eran hombres y ninguno dijo ni mu. Ni el moderador. Terminó su charla diciéndome 'por cierto, eres muy guapa'. El moderador me preguntó si tenía algo que decir: pues que era la charla más machista a la que había asistido, respondí.

- Es la cara y la voz de Cachitos , ¿no le gustaría también rebuscar en los archivos de RTVE?

-Me gustaría. Jero Rodríguez, el director, me propuso e insistió la primera temporada que lo hiciera. Pero yo no tenía tiempo. Hago los Conciertos de Radio 3, 180 grados, salimos a los festivales. Me falta tiempo.

- Deben encontrar muchas perlas, ¿cuál es la que más le ha llamado la atención?

-Me encantó ver a los Ramones en Aplauso, delante, además, de un público compuesto por niños uniformados de un colegio. Tocaron Blitzkjrieg bop. Me impactó, porque la actuación es una especie de plano secuencia, no se mueve apenas el plano. Oro puro. Por lo que me cuentan Jero y los guionistas, a veces buscan una cosa y se encuentran otras excepcionales.

- Como las que incluyeron en el programa What a fuck .

-Lo hicieron porque hallaban cosas sorprendentes, buenas o malas, y no sabían en qué capítulo encajarlas. El archivo de RTVE es un patrimonio de la humanidad.

- ¿La función de Cachitos es desmitificar? Se lo digo porque con ese programa, parece que cualquier pasado fue... más ridículo. Canciones y artistas que se recuerdan como épicos resultan, pasado el tiempo, extravagantes.

-Si tiramos de nuestro álbum de fotos personal de los años 80 o 90, íbamos acorde. En un escenario, un artista debe ser diferente a nosotros. Como fan, quiero sentir que es un ídolo para mí. Me gusta que vistan de manera diferente. Lo que también ocurre es que la televisión era mucho más transgresora antes, más arriesgada. Experimentaban mucho más que ahora, que estamos dominados por lo políticamente correcto.

- Y ahora casi ya no quedan programas musicales, salvo los Conciertos de Radio 3 . Los que hagan Cachitos dentro de medio siglo lo tendrán difícil para encontrar material.

-Precisamente, estamos peleando por eso, para ver si es posible que haya un programa musical. Hubo una época en la que en la parrilla de TVE convivían hasta 15 programas musicales. Y los que no lo eran, daban mucha prioridad a la música. En un Sábado noche podía actuar en directo Nina Simone. Se te ponen los pelos de punta de pensarlo.

- Presenta cada mañana 180 grados sin guion. Qué valiente.

-Es una de las cosas que aprendí en Música es ...3 con Lara López. Lo que más tardo en preparar es la selección de canciones. Procuro que haya un ritmo, como si fuera una sesión de pinchadiscos. Luego, busco en internet información de los grupos. Y digo lo que me sale del cuerpo cuando escucho la canción, lo que me provoca. Muchas veces, con un guion previo, al llegar al estudio lo he cambiado todo. Me parece una pérdida de tiempo. Y creo que así sale más fresco.

- ¿Qué prefiere, la radio o la televisión?

-Me gusta más la radio. Es más inmediata y fresca. Tiene más magia que la televisión. La radio la solemos escuchar solos. Por eso yo me dirijo al oyente de manera individual, como una conversación de tú a tú, más cercana e inmediata.