La escena siempre era la misma. Una apacible ciudad japonesa vive su día a día con normalidad. De repente, un gigantesco monstruo (radiactivo o alienígena) hace acto de presencia arrasando todo a su paso y sembrando el pánico entre los apacibles viandantes. El ejército saca toda su artillería pesada, pero ni los tanques ni los aviones logran hacer el más mínimo daño a la titánica criatura. Entonces, un enorme salvador en forma de robot aparece para luchar mano a mano contra la bestia al tiempo que destruyen los inertes edificios que se encuentran en el centro del campo de batalla. El bien se alza contra el mal y la paz vuelve al país del sol naciente hasta el regreso de una nueva amenaza. Japón siempre ha sido una potencia en cuanto a series y películas de monstruos se refiere, creando incluso un género propio para este tipo de producciones: el tokusatsu o, lo que es lo mismo, todas aquellas ficciones de acción real que hacen uso de los efectos especiales y de seres sobrenaturales.

Godzilla siempre ha sido el rey del tokusatsu. Sin embargo, existe un héroe que incluso traspasó las fronteras de la televisión nipona y cosechó un gran éxito en España a principios de la década de los 90: Ultraman. Ahora, este superhéroe ha regresado a la televisión de la mano de Netflix en una nueva serie de animación que busca adaptarse a los tiempos actuales. Ultraman, el que la mayoría de los espectadores recuerdan, era un gigante de 40 metros que defendía a la Tierra de invasores del espacio exterior. Se trataba de una entidad alienígena que se fusionaba con el piloto Shin Hayata (lo recordarán por su característico mono naranja), quién invocando el poder del huésped extraterrestre se transformaba en el coloso defensor de Japón.

La nueva apuesta de la plataforma en streaming se ubica en un futuro libre de amenazas invasoras, hasta ahora. Hace décadas, el héroe Ultraman abandonó a Hayata después de traer la paz al planeta. Tras años de estabilidad galáctica, una nueva amenaza surge en la Tierra. Hayata, ahora anciano y poseedor de una fuerza y agilidad asombrosa, fruto de su fusión con el alienígena, debe traspasar el manto del héroe a su hijo, Shinjiro, que también ha heredado los poderes de su padre.

El cambio más notable de este nuevo Ultraman es el uso de armaduras que recuerdan a trajes como el de Iron Man más que a aquel característico uniforme de la serie de acción real. Además, el héroe ahora no tiene un tamaño descomunal y depende más del uso de la tecnología para lograr la victoria. Eso sí, la ficción ha querido mantener el espíritu de la serie clásica recordando ataques icónicos como el rayo specium y su característica forma de colocar los brazos.

En total, se trata de trece episodios de veintitrés minutos de duración que supone el regreso por todo lo alto de un justiciero inolvidable para los amantes de la ciencia ficción japonesa.