En lo más adusto del adusto agosto, mañana, HBO viene a salvar vidas con una de las series más esperadas del año: Territorio Lovecraft, espectacular adaptación de la novela de Matt Ruff sobre un joven veterano de la guerra de Corea que se enfrenta a monstruos sobrenaturales, los de Lovecraft, y reales, los del racismo, mientras busca a su padre desaparecido a través del segregado sur de los 50.

La serie está producida por Jordan Peele y J. J. Abrams, dos nombres clave del fantástico contemporáneo. Su showrunner es Misha Green (Underground), quien asegura que la serie es heredera tanto de Déjame salir como de Perdidos, cuyo piloto "marcó un nuevo nivel a la hora de hacer televisión", según explicó en la gira de prensa virtual de la Televisión Critics Association.

Territorio Lovecraft puede servir para reavivar el debate sobre si Estados Unidos merece que los hombres negros luchen por su causa. "Es un gran debate en la comunidad afroamericana", afirma el protagonista, Jonathan Majors.

"La contradicción de ser negro e ir a la guerra por este país. Montrose, el padre, critica a Atticus por hacerlo, algo que él entiende, pero que no le lleva a cambiar de idea", explica.

Al comienzo de la historia, Atticus regresa al hogar, a Chicago, tras recibir una carta en la que Montrose dice saber por fin de dónde procedía su difunta esposa y que debe informarle sobre cierto legado secreto.