El ciclista colombiano Nairo Quintana (Movistar Team) ha ganado este miércoles la decimoséptima etapa del Tour de Francia, disputada entre Bagnères-de-Luchon y Saint-Lary-Soulan sobre 65 kilómetros, para no irse con tan mal sabor de boca de la ronda gala que domina un Geraint Thomas (Sky) que se enroca como líder en la clasificación general sacando tiempo a su compañero Chris Froome.

Quintana atacó al pie del último de los tres grandes puertos de esta breve y explosiva etapa y, al estar relativamente lejos del liderato, tuvo un margen de beneficio por parte del Sky que aprovechó para ir superando a ciclistas que iban en fuga y, ya en cabeza tras la ayuda del escapado Alejandro Valverde, tiró en solitario hacia la meta.

Por detrás, Geraint Thomas saltó a todos los ataques importantes y en cambio Froome, que parecía al pie del Col du Portet (HC) que iba fuerte saliendo a por Primoz Roglic (LottoNL-Jumbo), acabó cediendo para poner todavía más en duda su liderazgo en el equipo británico, que tiene ahora más acento galés.

Thomas sigue intratable en este Tour de Francia. Siempre por delante en los ascensos que el Team Sky domina a bloque, 'protegiendo' a Froome por jerarquía. Pero, a la hora de la verdad, en un Portet que fue clave, demostró que el cambio de líder en el poderoso equipo británico puede ser en este 2018.

Ahora el maillot amarillo tiene, tras sacarle 48 segundos a Froome en esta segunda etapa pirenaica, un total de 2:31 minutos sobre él, y su mayor enemigo pasa a ser un Tom Dumoulin (Sunweb) que asciende a la segunda posición en la general provisional a 1:59 del galés.

Y quien evidenció esa diferencia interna entre los dos amigos del Team Sky fue Primoz Roglic. El esloveno, el más valiente sin duda, atacó en varios puntos y en el último de ellos hizo explotar a Froome. Así, Thomas, sólo tuvo que seguir al del LottoNL-Jumbo para salvaguardar a su equipo y, de paso, evitar la posible ira de Froome.

También Dumoulin aprovechó ante los síntomas de debilidad de Froome para apretar, pero no pudo hacer lo propio ni con Thomas ni con los dos LottoNL-Jumbo, ya que Steven Kruijswijk también estuvo a gran nivel y aguantó entre los mejores. No así Mikel Landa (Movistar), que llegó con Froome y Egan Bernal.

Pero el Movistar Team, que parece decir adiós ya a ganar la general, tiene ahora un nuevo frente abierto; buscar el podio para Quintana. El colombiano, hasta ahora a un nivel inferior al de Landa, puede aprovechar este triunfo de etapa para cobrar fuerzas y ánimos e ir a por ese podio, pues es quinto a 59 segundos de Froome, con Roglic de por medio.

A menos de 15 kilómetros para la cima, casi iniciando el último puerto del Col du Portet (HC, con 16 kilómetros al 8,7%), Quintana decidió mover la carrera, sabiendo que tenía por delante a un Valverde que le podía ayudar, y con el triunfo de etapa en mente dejó atrás cualquier tipo de compañía, como la de Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) o Daniel Martin (UAE), que no tuvieron las piernas del colombiano.

Y eso que empezó la etapa, de las más cortas de la historia del Tour en montaña, con problemas. En la subida a Peyragudes --1ª, de 14,9 kilómetros al 6,7%-- pinchó una rueda, a dos kilómetros de la cima. Tras aceptar la de su compañero Andrey Amador, tuvo que volver a parar poco después y precisó de la ayuda de Imanol Erviti para volver al pelotón, que no iba rápido y al que pudo reengancharse.

No hubo ataques en ese primer puerto, tampoco en el segundo del Col de Val Louron-Azet --1ª, con 7,4 kilómetros al 8,3% de media--, pero los 'gallos' sí movieron el corral en la última ascensión, la más larga con esos 16 kilómetros en una etapa de sólo 65, y que deja a Thomas muy reforzado para el viernes, con la última etapa en Pirineos, y la 'crono' escarpada del sábado.