Los aficionados al ciclismo se encuentran ansiosos por disfrutar del pistoletazo de salida de la carrera más importante del mundo. El Tour de Francia 2019, que arrancará el próximo sábado 6 de julio, promete ser un auténtico espectáculo en el que 176 corredores de 22 equipos, competirán por conquistar la cima del ciclismo. Las 21 etapas de la centésimo sexta edición de la ronda gala se presumen apasionantes. Y es que, el descuido de cualquier favorito puede suponer la negación de la victoria.

Los 3.480 kilómetros del recorrido se dividirán en ocho etapas llanas, cinco etapas de media montaña, seis etapas de montaña con cinco llegadas en alto y dos etapas cronometradas. Cabe destacar que en esta ocasión el número de kilómetros de las contrarrelojes no es muy alto, ya que ambas etapas no superarán los 27 kilómetros.

Nunca había subido tanto el Tour como lo hará la próxima edición, que estará marcado por la alta montaña, con seis cimas de más de 2.000 metros en una búsqueda más allá de las nubes del suspense que el dominio del Sky ha anestesiado en los últimos años.

La edición de 2019, en la que se celebrará el centenario del maillot amarillo, partirá desde la ciudad de Bruselas y recorrerá algunos de los escenarios de los innumerables hitos logrados por las estrellas de este deporte, como el francés Bernard Hinault, el español Miguel Indurain o el belga Eddy Merckx, a quien se homenajeará especialmente en el pistoletazo de salida.

Especial recuerdo en Valloire, donde se impuso en 1972. Tampoco se olvidará a Anquetil y su triunfo en Bagnères de Bigorre de 1963; a Hinault y su victoria contra el crono en Saint-Etienne en 1986; ni a Indurain y su éxito cronometrado en Macon en 1991.

Cien años del maillot amarillo y 50 del último triunfo de Merckx, dos guiños demasiado llamativos que no podían dejar indiferente a una carrera siempre en busca de símbolos. Los turísticos estarán en el Pont du Gard, que se visitará dos veces (una como inicio de la décimo séptima etapa), y en la pirámide de cristal del Louvre, que se rodeará por vez primera en la última jornada coincidiendo con su trigésimo aniversario.

Además del inicio en Bruselas, el Tour sacará de su armario el traje de las grandes fiestas, el Tourmalet, que solo viste de meta cuando la ocasión lo merece. Lo fue en 2010 cuando se cumplían cien años de su primer ascenso, que abrió la puerta a las grandes cotas, y lo volverá a ser para festejar el maillot de líder.

Sus 2.115 metros de altitud, que tendrán que escalar el 20 de julio, le convierten en la única cima por encima de esa cifra en Pirineos, pero no será más que un aviso de lo que les espera en la última semana en Alpes.

Nunca antes la carrera había situado tres finales por encima de los "dosmiles", que superarán en total en seis ocasiones, tres en una misma jornada (Vars, Izoard y Galibier), algo que solo había ocurrido una vez en la historia, en 2011.

La última será en Val Thorens, un día antes del desfile triunfal por los Campos Elíseos, una subida tendida de 33 kilómetros que, con casi 3.500 kilómetros en las piernas, puede acabar con cualquier organismo.

Como la última edición, volverán a primar con segundos al ciclista que supere en cabeza el último puerto cuando no albergue la meta y han pedido a la Unión Ciclista Internacional que sean más que este año, una apuesta más por los escaladores.

La montaña acechará a cada esquina, frente a la contrarreloj, relegada a una por equipos de 27 kilómetros la segunda jornada por las calles de Bruselas y otra individual de la misma distancia en Pau el 19 de julio, cerca del récord más bajo que se marcó en 2017.

Contraste con las 30 ascensiones, más que nunca, en todos los macizos, desde los Vosgos, con una nueva versión de la Planche des Belles Filles el día 11, un kilómetro más arriba de lo subido hasta ahora y rampas de más del 20 %, hasta la traca final alpina.

Antes, un paso por el macizo central con dos etapas de media montaña y los Pirineos, menos altos que los Alpes pero que, además del Tourmalet, prometen guerra con el inédito Prat d'Albis, a las puertas de Foix, además de la contrarreloj de Pau plagada de subibajas.

Restarán los Alpes, con un maratón que se acaba en el siempre esperado descenso del Galibier y dos etapas cortas más, con final a más de 2.000 metros, en Tignes y en Val Thorens, el tercer final más alto de la historia del Tour. Allí donde habitan los imprevistos.Todas las etapas

Etapa 1 (Bruxelles - Brussell / 194,5 km)

Etapa 2 (Bruxelles Palais Royal - Brussel Atomium / 27,6 km)

Etapa 3 (Binche - Épernay / 215 km)

Etapa 4 (Reims - Nancy / 213,5 km)

Etapa 5 (Saint-Dié-des-Vosges - Colmar / 175,5 km)

Etapa 6 (Mulhouse - La Planche des Belles Filles / 160,5 km)

Etapa 7 (Belfort - Chalon-sur-Saône / 230 km)

Etapa 8 (Mâcon - Saint-Étienne / 200 km)

Etapa 9 (Saint-Étienne - Brioude / 170,5 km)

Etapa 10 (Saint-Flour - Albi / 217,5 km)

Etapa 11 (Albi - Toulouse / 167 km)

Etapa 12 (Toulouse - Bagnères-de-Bigorre / 209,5 km)

Etapa 13 (Pau - Pau / 27,2 km)

Etapa 14 (Tarbes - Tourmalet Barèges / 117,5 km)

Etapa 15 (Limoux - Foix Prat d'Albis / 185 km)

Etapa 16 (Nîmes - Nîmes / 177 km)

Etapa 17 (Pont du Gard - Gap / 200 km)

Etapa 18 (Embrun - Valloire / 208 km)

Etapa 19 (Saint-Jean-de-Maurienne - Tignes / 126,5 km)

Etapa 20 (Albertville - Val Thorens / 130 km)

Etapa 21 (Rambouillet - Paris Champs-Élysées / 128 km)