Pello Bilbao se para junto a las vallas, cien metros después de cruzar la línea de llegada. Habla con unos amigos. Se presenta en Quillan, donde acaba la 14ª etapa del Tour de Francia, con destrozos en el 'maillot' y el 'coulotte'. "Ya puedes ir concentrado y sin tomar riesgos que aquí en cualquier momento te vas al suelo", comenta a los periodistas. "¿Qué te ha pasado?", le pregunta Enric Mas quien, como la mayoría, no se había enterado del accidente del corredor vizcaíno. Bilbao le repite la frase y Mas le sonríe como animándolo para decirle que no ha sido nada. "Y justo el día antes de que empiecen los Pirineos", se lamenta el ciclista del Bahrein.

El día antes de que llegue el primer capítulo por entregas en los Pirineos, con cuatro episodios en la serie hasta el jueves que viene, el pelotón vuelve a tomarse la etapa con cierta calma.De ahí la rabia de Bilbao al irse al suelo. Se deja que brille la escapada donde no se puede lucir Omar Fraile. Pero sí Bauke Mollema, un ciclista neerlandés que iba para gran figura, para luchar por el Tour y que ha encontrado su puesto en el ciclismo como aventurero y experto en ganar etapas en fuga.

Y es el día también en que los espectadores que se han desplazado a la pequeña localidad de Quillan, en el país de los cátaros, al sur de Carcasona, son los embajadores de la sonrisa de oreja a oreja que recorre el rostro de miles de franceses. Ellos ya saben que este 2021 volverán a quedarse sin ganar el Tour, como viene siendo habitual desde 1985, en el último año de gloria de Bernard Hinault. Pero, gracias a la fuga, uno de los suyos, Guillaume Martin, buen escalador y hábil al saber escoger las fugas buenas, se ha colocado provisionalmente en la segunda plaza de la general por detrás de un incuestionable Tadej Pogacar. "Se ha desgastado mucho. Y estas escapadas se pagan", justifica Mas al explicar por qué no han ido a la caza del corredor francés. "Yo solo quiero disfrutar en este tipo de escapadas porque sé que pagaré el esfuerzo en Andorra", confirma el propio Martin.

Autor de dos libros

Martin es un ciclista diferente a muchos, de los que no han tenido problemas en compaginar estudios y deporte: es filosófo con un máster en la Universidad de París Nanterre. Y por si fuera poco es autor de un texto teatral ('Platon versus Platoche') y una novela ('Socratés, en bicicleta') donde cuenta un imaginario Tour en el que se apuntan varios grandes filósofos de la historia. Hijo de un profesor de Aikido y de una maestra teatral ya ha sido tercero en un Critérium del Dauphiné, al margen de ganar el año pasado la clasificación de la montaña en la Vuelta.

Martin recoge los aplausos, Bilbao busca el autocar de su equipo resentido por los golpes y Mas confía en recuperar tiempo en Andorra donde entrena habitualmente. El Tour no se detiene.