Enclavada en el privilegiado entorno del Sur de la Ría de Vigo y bendecida por su suave clima, Baiona se erige como un destino único para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad, con grandes opciones para pasear contemplando el Océano Atlántico. Destacan en este sentido su hermoso paseo marítimo, cuidadosamente dibujado a pie de costa, o su carril-bici, perfecto para los amantes de la bicicleta; además de la conocida senda 'Monte Boi', dos kilómetros de inmejorables vistas a playas como Concheira, Os Frades y Barbeira e islas como Estelas y Cíes.

Montes, parques y amplias zonas verdes inundan de belleza las calles de la villa y sus alrededores, con la subida al Monte de A Groba como una de las visitas imprescindibles en Baiona, a través de la que disfrutar de espectaculares panorámicas en varias áreas de recreo. Especial mención merecen el parque forestal en el que se ubica la estatua de la emblemática Virgen de la Roca o el área de recreo de Chan da Lagoa, desde el que es posible acercarse hasta la antigua aldea de San Cosme.

Desde el mirador de O Cortelliño, en Belesar, las Rías Baixas y sus islas se suman para conformar un espectáculo para los sentidos.

Cruzando la playa de Santa Marta para acceder a la senda fluvial del Burgo, se encuentra otra de las grandes opciones para vivir el patrimonio natural de la villa, para continuar, a través de la carretera del embalse, hasta el entorno del río Baiña y la estación rupestre Outeiro dos Lameiros, en Santa Cristina da Ramallosa, donde el visitante se encontrará con una impresionante colección de grabados en piedras, datados entre el 3.000 y el 2.000 a.c.

Cabo Silleiro, al que se llega bordeando hacia el sur la rocosa costa de la villa de Baiona, presume de faro con el que comparte nombre y el inmejorable entorno que le rodea, un lugar que hace gala también de patrimonio histórico con una antigua batería de cañones, hoy tapiados, o las ruinas del antiguo destacamento militar entre sus tesoros.