En el privilegiado entorno de la ensenada de San Simón, fruto del abrazo entre el Verdugo y la ría de Vigo, nació una villa de piedra y agua: Soutomaior. Entre las etapas más bellas del Camino de Santiago Portugués, se reivindica hoy como un enclave de gran atractivo turístico gracias a sus paisajes, dibujados en parte por la actividad vitivinícola y de los que nacen grandes albariños, que encuentran su mejor maridaje en uno de los mayores manjares que proporciona la ría, la ostra de Arcade. Como dijo Álvaro Cunqueiro, "un manjar esencial para abrir una buena mariscada. Un sabor espiritual".

Atractivos naturales y gastronómicos a los que se suma el patrimonio cultural e histórico de la zona, entre el que destaca el afamado Castillo de Soutomaior, hogar de Don Pedro Madruga y uno de los grandes tesoros de la comunidad autónoma, que hacen de la villa el lugar perfecto para desconectar y disfrutar durante una escapada.