Un estudio de la Universidad Rovira i Virgili (URV) ha demostrado que la convivencia con perros mejora el crecimiento emocional entre la población de 3 a 5 años.

La URV ha informado de que es la primera vez que se realiza un estudio psicológico de la relación de los niños con los perros que sigue una metodología replicable y científica, ya que en otras investigaciones de este tipo, de los años 80 y 90 del siglo pasado, se detectaron problemas de metodología.

El trabajo lo ha elaborado un equipo investigador del Departamento de Psicología de la URV, que ha hecho un seguimiento a 120 niños de escuelas públicas y concertadas con diversidad de niveles sociales y económicos a los que dividió en dos grupos: los que tenían un perro como mascota y los que nunca o casi nunca tenían contacto con este animal.

Así, excluyó a los que tenían contacto ocasional, por ejemplo, porque un familiar tiene perro y porque acuden a terapias y actividades extraescolares que incluyen un perro.

Los niños respondieron oralmente a unos cuestionarios que evaluaban diferentes aspectos, como la interacción con los adultos, la expresión de los sentimientos, el afecto, la imagen propia, la interacción entre iguales, la cooperación y el papel social.

El estudio ha concluido que la presencia de estos animales en edades tempranas ayuda al desarrollo social y emocional de los niños, aunque esto no implica que la no presencia de estos signifique un desarrollo lento o un mal desarrollo.

Este estudio es la parte inicial de un trabajo mayor, que se ha visto afectado por la pandemia, que pretende determinar cómo esta diferencia de desarrollo evoluciona a lo largo del tiempo.