Los españoles dormimos poco. Nos acostamos unas dos horas más tarde que el resto de los europeos y nos levantamos a la misma hora que ellos. Y esta costumbre tiene efectos muy perjudiciales para la salud, unos efectos que los especialistas quieren poner de manifiesto este 19 de marzo con motivo de la celebración del Día Mundial del Sueño.

"El sueño es algo esencial, pero hoy en día se ha convertido en un lujo", ha afirmado a Efe la especialista de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra Elena Urrestarazu, quien ha destacado que los españoles tienen "un montón de actividades durante el día" y "lo que queda" se destina al sueño, pero "a la noche vamos tan 'activados' que entonces no podemos dormir".

Por este motivo, la especialista recomienda planificar todo el día teniendo en cuenta que necesitamos horas para dormir, unas siete u ocho como media.

El Día Mundial del Sueño ha sido impulsado por la Sociedad Mundial del Sueño (WSS) con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de mejorar la prevención y tratamiento de los trastornos del sueño. Este año se conmemora bajo el lema "Sueño regular, futuro saludable", para incidir en la relación que tiene un mal descanso con el deterioro de la salud y la calidad de vida de la población.

Los trastornos del sueño son cada vez más habituales. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) más de un 10 % de la población española -más de 4 millones de personas- padecen algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave.

Pero, además, más de un 30 % -por encima de los 12 millones de españoles- se despiertan con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finalizan el día muy cansados. La Sociedad Mundial del Sueño incluso estima que estos problemas amenazan la salud y la calidad de vida de hasta el 45 % de la población mundial.

Urrestarazu ha explicado que dormir poco es perjudicial, pero tiene prácticamente el mismo riesgo "dormir a deshoras, fuera de mi hora habitual, como el que trabaja a turnos o lleva horarios muy desfasados".

El riesgo para la salud asociado al sueño tiene forma de U, pero asimétrica, ya que "el riesgo es mucho mayor cuando se duerme de más. Es peor dormir mucho que poco, claramente", ha asegurado Urrestarazu.

Las alteraciones del sueño tienen muchas consecuencias negativas

Las alteraciones del sueño tienen muchas consecuencias negativas para la salud, no solo psiquiátricas, como la ansiedad o la depresión, sino que también producen sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes e incluso algunos tipos de cáncer, sobre todo de próstata y de mama, como se ha comprobado en azafatas de vuelo y otros trabajadores con desfases horarios importantes.

En este sentido, la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra participa en un estudio multicéntrico en pacientes con trastornos de conducta del sueño REM para establecer marcadores de la enfermedad de Parkinson.

El objetivo de esta investigación es encontrar marcadores que ayuden a predecir si estos pacientes van a desarrollar Parkinson y, de esta forma, la posibilidad de ralentizar su aparición. Se ha visto que el 33 % de pacientes con trastornos del sueño REM desarrollan Parkinson a los 5 años, mientras que más del 75 % lo hacen a los 10 años.

Tener un sueño saludable no pasa únicamente por la medicación, que debe ser administrada siempre por un especialista, sino que también hay una serie de consejos útiles para que dormir no se convierta en un problema, ha comentado Urrestarazu.

Así, se aconseja respetar unos horarios estables para acostarse y levantarse, estando en la cama el tiempo suficiente para que el organismo descanse. Tratar de recuperar el sábado o el domingo el sueño perdido durante la semana no favorece un hábito saludable.

Además, no solo es importante la regularidad en el sueño, sino que toda actividad con horario regular va a ser beneficiosa, como las comidas, el ejercicio o las relaciones sociales, al menos las que permita la pandemia.

Es muy importante también la exposición a la luz solar, especialmente por las mañanas, mientras que exponerse a la luz por la noche, sobre todo la procedente de pantallas de dispositivos electrónicos, es perjudicial para obtener un buen descanso.

Se aconseja asimismo hacer ejercicio, mejor en la primera mitad del día que al final de la jornada, y cuidar la alimentación, evitando la cafeína en las horas previas a acostarse y las cenas muy copiosas, muy especiadas o azucaradas, así como la ingesta excesiva de alcohol.