En este último año las visitas al psicólogo han aumentado un 30%, según asegura el psicólogo Rafael Santandreu; resultado del fenómeno de estrés postraumático que se vivió sobre todo tras el primer mes de la pandemia.

"El ejército o el Gobierno de Estados Unidos teme mucho más al estrés postraumático que a las balas o a los misiles. Mueren 50 veces más personas por estrés postraumático que por la guerra porque se suicidan, y en Estados Unidos esto representa un gran problema", advierte en una entrevista a Infosalus.

En este tipo de situaciones "lo que se ha desatado ahí es el miedo al miedo", aquella situación en la que persona padeció un miedo agudo y ahora vive con miedo por si vuelve a vivir una situación similar, lo que le hace vivir un miedo agudo nuevamente. "Independientemente de lo que le provocó el miedo en primer lugar, ahora tiene miedo a su mente. No tiene miedo a las balas o al virus, a lo que experimentó. Si le cogemos miedo al miedo, el miedo nos persigue y ya es irracional porque la fuente del primer miedo ha desaparecido ya y me he quedado con mi mente temerosa que es peor", confiesa con motivo de la publicación de 'Sin miedo' (Grijalbo).

Se trata de un libro que habla del tratamiento de lo que podríamos llamar genéricamente 'ataques de desequilibrio emocional', un fenómeno que consiste en experimentar ansiedad aguda sin una causa racional: "Los psicólogos les solemos asignar diferentes etiquetas, como 'trastorno de ataques de ansiedad' o 'trastorno obsesivo compulsivo, 'depresión', etc., aunque en realidad se trata de un mismo fenómeno".

Define así, y concretamente, el miedo como "una alarma", "un sistema de aviso de nuestra mente para que nos protejamos de algo". Según refiere, es como un dolor, una señal desagradable para protegernos. Por tanto, subraya que es algo "útil", es una herramienta útil.

"Pero con frecuencia en el ser humano se vuelve irracional y demasiado agudo, convirtiéndose así en un problema incluso constante, donde ya es una tortura. Sería lo equivalente al dolor crónico, es parecido. El sistema produce un dolor descontrolado, irracional, ilógico constante y súper agudo, algo inviable. Es lo que seria el miedo irracional", señala el experto, y del que asegura que puede vencerse, con la ayuda de su nuevo libro.

Eso sí, aquí Santandreu recuerda que lo normal no es que los seres humanos tengamos miedo todos los días, ni ansiedad, ni estrés, ni pánico por las cosas. Si lo hacemos advierte de que sí estaremos tendremos un problema y previsiblemente padezcamos un trastorno. "El 30% de la gente vive en estado de estrés y de ansiedad exagerados, tiene ese termostato que no le funciona y sufre estúpidamente, irracionalmente", apostilla.

Cuando ese miedo es irracional es cuando necesitamos ayuda, según prosigue, distinguiendo para ello el miedo racional del irracional: "El miedo racional es aquel que la gente experimenta de forma muy ligera, muy pasajera, aquel que en cuanto ha pasado la fuente, el temor, pasa instantáneamente y en muy contadas ocasiones. Esta experiencia del miedo no es muy desagradable. La persona puede estar feliz o relajado, incluso experimentando el miedo. Esto es lo correcto. Todo lo que sea diferente de esto está mal. Si sientes el miedo de forma aguda y cuando el resto de la gente no lo experimenta, ahí tienes que hacértelo mirar. Porque el miedo, si una vez no funciona bien, tiende a funcionar cada vez peor, es invasivo; por lo que es bueno que lo mires cuanto antes porque si no se generaliza".

Por ejemplo, dice que la timidez es un miedo irracional y exagerado que hace sufrir mucho a la gente, pero que se puede revertir y lograr que la persona se convierta en alguien extrovertido. Eso sí, defiende que siempre es trabajo personal, según destaca: "Todo el mundo tímido, después de un trabajo, puede dejar de serlo. No es cuestión de carácter, sino de que tiene un miedo incontrolado a hacer el ridículo en relaciones sociales".

 4 pasos para la superación

Por todo ello, plantea el siguiente "método de superación", concebido para ayudar a eliminar cualquier tipo de miedo irracional:

  1. Afrontar el trastorno con determinación implica acudir una y otra vez a la fuente del malestar para, en poco tiempo, desactivar completamente la emoción.
  2. Aceptar o dejar de luchar, de huir, acomodarse con la situación negativa.
  3. Flotar o relajarse, ralentizar, ir poco a poco pero con determinación.
  4. Dejar pasar el tiempo, un concepto que necesariamente implica la aceptación total, porque querer acelerar el proceso es no aceptar, sino seguir temiendo al malestar, por lo que representa el paso más importante.

"Se podría resumir con que te tienes que exponer, que perderle el miedo al miedo, y la única manera de hacerlo que existe es que te hagas amigo del miedo. Para hacerte amigo del miedo, como para hacerte amigo de otra persona, lo tienes que conocer, y por ello pasar mucho tiempo con él. Por tanto, para solucionar esto paradójicamente y 'anti-intuitivamente' tienes que pasar miedo con tu miedo, hasta que lo conozcas bien y dejes de tener miedo o te desensibilices de él, que es el problema que tienes ahora", explica Santandreu.

El resultado en estos casos, según sostiene, es que las personas salen renovadas, dejan de tener TOC o ataques de ansiedad. "Ellos lo experimentan como un milagro porque de repente dejan de tener miedo, es como si su cerebro se hubiera renovado completamente y lo cambian por uno nuevo, y entonces llega la paz y la tranquilidad, un fenómeno muy particular pero que requiere coraje, una guía que puede ser este libro y perseverancia", asegura el psicólogo.

A su juicio, superar el miedo al miedo es el modo de crecimiento personal, o el trabajo de crecimiento personal más importante que se puede llevar a cabo porque según justifica, después de haber hecho un proceso así toda tu vida se transforma. Para ilustrar su libro ha contado con varios testimonios de pacientes en los que se demuestra que vencer al miedo es posible.

En última instancia, alerta de que en España tenemos un problema de adicción con los tranquilizantes, es el país europeo donde más se recetan, cuando estos no son la solución a los problemas emocionales, ya que, aunque en el momento te calman, después aumenta el problema, "avivan el fuego del problema".