Durante las primeras semanas de la pandemia era difícil encontrar en los estantes de los supermercados cervezas de primeras marcas. Esas cervezas, junto con el papel higiénico, fueron objeto de acopio por parte de los usuarios temerosos de que se produjera una situación de desabastecimiento.

La consecuencia directa fue que muchos españoles descubrieron que existen marcas de cerveza alternativas que, además de calidad, tienen un precio inmejorable.

Victoria, la cerveza malagueña de precio asequible que conquista a los entendidos

Una de ellas es la cerveza Victoria, que podemos adquirir en los supermercados Alcampo a un precio de lo más atractivo: las latas de 33 centilitros cuestan 55 céntimos y los packs de 6 botellas de 25 centilitros valen 2,78 euros (cada botella de 25 centilitros sale a 46 céntimos).

Los cerveceros que la han probado, y expresan públicamente su valoración, coinciden en afirmar que se trata de una cerveza rubia de excelente calidad y no falta quien dice que es una de las mejores del mercado.

Un poco de historia

La historia de esta cerveza arranca en Málaga, concretamente en el año 1928. Fue un emprendedor llamado Luis Franquelo quien decidió embarcarse en la aventura de fabricar su propia cerveza. El lema escogido para el lanzamiento comercial de la cerveza Victoria fue “Malagueña y exquisita”.

En los años 60, la marca Victoria se había convertido en todo un emblema de la Costa del Sol y era la primera opción a la hora de disfrutar en Málaga de una caña fría y bien servida.

¿Quién fabrica esta marca de cerveza?

En la actualidad, la marca está controlada por el prestigioso grupo cervecero Damm, que ha decidido comercializar esa cerveza a nivel nacional, devolviéndola al lugar de honor que se merece.

Desde el grupo Damm afirman que se mantienen las esencias originales de la cerveza Victoria primigenia y que en el proceso de fabricación solo se utilizan materias primas de primera calidad.

Conque ya lo sabes: ahora que el precio de la buena cerveza está por las nubes, en Alcampo aún puedes darle un capricho cervecero a tu paladar sin necesidad de esquilmar tu cartera.