La nevera es uno de los electrodomésticos más útiles de una casa. Para conservar alimentos, enfriar bebidas o postres? el frigorífico se usa a diario para almacenar todo tipo de cosas. Pero a veces podemos saturarlo con cosas innecesarias o hacer que sea imposible guardar algo más en él.

Sea cual sea su tamaño, aquí te damos una serie de consejos con los que sacarás el mayor partido a tu nevera.

¡La nevera siempre limpia!

Es fundamental limpiar bien a fondo el frigorífico para evitar que se acumule el hielo y escarcha, además de la proliferación de bacterias. Asegúrate además de que las juntas de la puerta estén impolutas y en buen estado para que la nevera cierre correctamente. Para ello, limpia bien las juntas con agua y detergente. Si no te fías y quieres comprobar que cierra bien, coloca una hoja de papel en la puerta de la nevera cerrada. Si cae o sale con facilidad, indica que es hora de cambiar las juntas.

Otra cosa a tener en cuenta es el ventilador y la rejilla de detrás de la nevera. Aspira de vez en cuando el polvo que se acumula para que se reparta mejor el frío y que el calor pueda evacuarse con facilidad.

Pero mucho cuidado. No utilices estropajos ni productos abrasivos para limpiar el interior de la nevera. Emplea simplemente una bayeta con un poco de lavavajillas y bicarbonato. Y si quieres prevenir el crecimiento de bacterias, pasa una bayeta mojada en vinagre blanco.

Coloca cada cosa en su sitio

Cada alimento tiene su propio lugar en la nevera. Si respetas esos sitios verás cómo sacarás el mayor espacio en tu frigorífico. Pero, ¿Cómo organizarlo?

  • Las frutas y verduras deben ir en los cajones de la parte inferior del electrodoméstico, ya que estos mantienen los alimentos a un nivel de humedad específico.
  • Las carnes y los pescados se colocan en la bandeja superior de la nevera, la zona más fría
  • La puerta es la zona del frigorífico que tiene una temperatura más alta, por lo que es el lugar idóneo para colocar salsas, bebidas, mermeladas, algunas conservas y similares.
  • En los estantes del centro guarda los alimentos que vayas a consumir próximamente o los que no necesiten una temperatura tan baja.

Utiliza envases herméticos

Guarda las carnes y los pescados en envases herméticos para evitar que derramen líquidos y que se crucen los malos olores. Intenta que estos recipientes sean rectangulares o cuadrados para aprovechar mejor el espacio.

Además, puedes aprovechar y trocear los alimentos para que entren mejor en los envases y ahorrar tiempo a la hora de ir a cocinarlos.Olvídate de las latas

Cada vez que abras una lata o bote (de conservas, encurtidos, etcétera) pasa su contenido, siempre que puedas, a un envase más pequeño antes de guardarlo en la nevera. En el caso de los refrescos, si tienes varias latas guarda sólo un par en el frigorífico y aparta las demás.

Guarda solo lo necesario

Puede parecer una tontería, pero muchas veces colocamos en la nevera alimentos que estarían mejor fuera. Y es que las bajas temperaturas pueden alterar sus propiedades, textura o incluso sabor. Los tomates, las frutas tropicales, el queso seco y las cebollas son sólo algunos de ellos.

Por esta sencilla razón, párate a pensar si de verdad los alimentos que has comprado necesitan estar en el frigorífico o si sólo ocuparan espacio. En su lugar, puedes guardarlos en armarios, alacenas, cestas o cualquier otro espacio de la cocina o la casa.