Sentarnos a la mesa para degustar un sabroso plato es, sin duda, uno de los grandes placeres de la vida. Todo un festín para nuestro paladar. Si además tenemos la suerte de compartir la comida con nuestros amigos y seres queridos hará de ese momento algo todavía más especial.

Normalmente, para que estos platos además de deliciosos sean lo más saludable posible es recomendable que se elaboren en la cocina de nuestra casa, donde podemos controlar los productos que utilizamos en su elaboración. Así, los más 'cocinillas' también disfrutan entre fogones y al mando del horno.

Sin embargo, algo que no suele ser tan apetecible es limpiar los instrumentos de cocina después del festín. Uno de los electrodomésticos y aparatos que más se ensucian es el horno. En su interior es habitual que se queden restos de alimentos y la grasa de los mismos termine incrustada en todos sus recovecos.

Hoy en día, en el mercado se pueden encontrar infinidad de productos de limpieza que prometen acabar con la suciedad del horno. Pero, son muchos los que piensan que no son la mejor opción y se encomiendan a productos más naturales, que carecen de químicos que puedan ser tóxicos. Y es que, alguna de estas opciones funciona a las mil maravillas para acabar con la grasa y la suciedad del horno. Por si fuera poco, también son muy respetuosos con el medio ambiente.

El limón es una gran opción

Es posible que sea el remedio natural contra la suciedad más conocido, pero, no por ello podríamos dejar de mencionarlo. Esta fruta, antibacteriana y antiséptica, puede ayudarnos a eliminar los microorganismos que se acumulan en este electrodoméstico. Además, su aroma deja un toque de lo más agradable.

Para limpiar el horno con este producto debemos cortar dos limones por la mitad y exprimir su jugo en una cacerola que introduciremos en el interior del aparato. Con un programa de 30 minutos a 250º bastará. Después, pasaremos un paño por las paredes y los rincones del horno.

El bicarbonato de sodio para acabar con la suciedad del horno

Dentro de los múltiples usos que puede tener el bicarbonato, podemos remitirnos a su faceta limpiadora, que nos sirve para deshacernos de la suciedad del horno. Para emplearlo debemos mezclar una cucharada de bicarbonato en un vaso de agua y verterlo en un pulverizador para rociarlo por las paredes del aparato. Después de unas ocho horas retiraremos la suciedad con una esponja.

La sal, nuestra gran aliada

Empleada hace miles de años como moneda de cambio, la sal y el ser humano han sido aliados desde tiempos inmemoriales. A día de hoy, los usos que se le dan a la única 'roca' comestible son variados, entre ellos, el de limpiar y desinfectar el horno.

Para hacerlo, debemos mezclar medio litro de agua y 250 gramos de sal en un recipiente para, acto seguido, esparcirlo por las paredes de nuestro horno. Después de aproximadamente 20 minutos, lo aclararemos con una esponja húmeda.

Si el olor continúa siendo desagradable, podemos mezclar 250 gramos de sal en medio litro de vinagre blanco y rociarlo con un atomizador por las paredes del horno. Volveremos a aclarar el aparato con una esponja húmeda.

La levadura también nos puede ser de utilidad

Aunque pueda sorprendernos la idea de utilizar levadura para dejar nuestro horno brillante, lo cierto es que si mezclamos 5 cucharadas de este ingrediente con agua acabaremos con la grasa más difícil.

Cuando diluyamos la levadura en el agua, se formará una pasta con la que frotaremos todos los rincones y paredes del electrodoméstico. Dejamos reposar la mezcla durante más de 12 horas, para después limpiarlo todo con un trapo húmedo. Es recomendable rociar un poco de vinagre antes de pasar el trapo, ya que contribuirá a lograr un mejor resultado.

El vinagre, opción idónea para acabar con las manchas

Si unimos las capacidades de limpieza del vinagre con las del bicarbonato de sodio obtenemos una fórmula excelente para acabar con la suciedad. Para ello, mezclaremos una cantidad generosa de vinagre con el bicarbonato y lo introduciremos en un pulverizador, con el que repartiremos el producto por las paredes y huecos del horno. Con un programa de diez minutos a 120º nos valdrá. Después, dejaremos que el horno se enfríe y retiraremos la grasa con una esponja húmeda.