En muchas ocasiones hemos hablado de trucos para fabricar, con productos que todos tenemos en casa, un buen jabón para quitar las manchas de determinados lugares como neveras, hornos o encimeras. Hoy queremos hablar de uno de los muebles más usados del hogar, el sofá.

Para hacer elaborar nuestro limpiador necesitaremos un atomizador para poder repartir bien la mezcla resultante. Para comenzar rellenaremos la mitad de nuestro recipiente con agua, con medio litro puede ser suficiente. Un vaso pequeño de alcohol, jugó de medio limón y una cucharada de jabón para platos.

Con nuestra mezcla debemos rociar la parte sucia del sofá, lo más normal es que las partes que se pueden rozar con calzado, como la bajera en caso de tener, sean de las más dañadas. Una vez hayamos rociado bien las partes que más necesiten de una buena limpieza vamos a utilizar el vapor de una plancha para conseguir humedecer bien estas zonas que queremos limpiar. Sin dejar que se seque nuestra mezcla debemos pulir bien toda la superficie con un cepillo a poder ser con las cerdas, pero utilizándolo con mucho cuidado de no estropear la zona.

Una vez terminemos de pulir con el cepillo podemos utilizar una bayeta para quitar los restos del jabón que lleva nuestro limpiador. Por último, con un trapo seco debemos deshacernos de los restos de humedad que puedan quedar en el tejido de nuestro sofá.

Ahora vamos a habar de manchas que suceden en un determinado momento, como por ejemplo un poco de kétchup si estamos cenando en el sofá. Lo primero que tenemos que hacer es retirar lo máximo posible y una vez lo hayamos hecho usar nuestra mezcla y de nuevo ayudarnos del vapor de una plancha. Esto hará que nuestro liquido penetre mejor en la mancha. Cuando finalicemos nuestra maniobra de “primeros auxilios” podemos usar una bayeta para quitar los restos que puedan quedar.

Estas tareas deber ser realizadas más o menos una vez al mes para así conseguir que nuestro sofá este siempre como el primer día. Además de nuestros sofás podemos limpiar cualquier tipo de sillón o sillas del salón, en nuestras alfombras o en las sábanas bajeras de nuestra cama.

Recuerda que para tener al día las labores del hogar es bueno tener un calendario de limpieza y así poder organizarse. Si conseguimos hacer cada día alguna de nuestras tareas así evitaremos pegarnos un día con todas labores del hogar juntas.