Las plantas son uno de los elementos decorativos más recurridos en los hogares y los jardines y dan un toque de vida y elegancia a cualquier estancia. Requieren un cuidado y atención especial pero, no solo para mantenerlas con vida sino, para garantizar nuestra propia seguridad. Quizá no lo sabías pero hay ciertas plantas que nos rodean en nuestro día a día, que están cerca de tus hijos o tus mascotas y tiene altos niveles de toxicidad.
La toxicidad es el mecanismo de defensa de las plantas frente a sus depredadores por eso, cuando nos acercamos sin ser conscientes de esta realidad pueden generarnos daños importantes. Aquí te dejamos una lista de algunas de estas plantas que además de ser bonitas, puede ser peligrosas.
Adelfa
Podemos encontrarlas en la carretera, en los parques, en el jardín de nuestra propia casa... Es una planta muy vistosa y resistente, pero un bocado puede ser mortal. Entre 15 y 20 gramos de hoja fresca de adelfa pueden matar a un caballo; de 10 a 20 gramos, a una vaca; y de 1 a 5, a una oveja.
Hiedra
Es una planta enredadera que se utiliza con mucha frecuencia para cubrir muros o verjas pero es conocida por la toxicidad de sus frutos, que están llenos de alcaloides, unos metabolitos que contienen muchas plantas y que producen efectos fisiológicos. Su toxicidad se debe a la savia lechosa que circula por sus tallos y membranas y que resulta irritante al contacto con la piel y las mucosas.
Puede provocar secreción ocular, conjuntivitis, enrojecimiento y llagas en la piel, así como síntomas digestivos aunque en principio no revisten gravedad. Algo similar ocurre con el ficus, otra planta decorativa habitual en las casas.
Hortensia
Su consumo puede provocar vómitos, diarrea y dolor abdominal y, aunque es improbable por su mal sabor, en grandes dosis puede producir halitosis, asfixia, arritmias y paradas respiratorias.
Tejo
Es uno de los vegetales más tóxicos que existen. Toda la planta es altamente venenosa, salvo la carne roja de sus frutos. Entre 50 y 100 gramos de sus hojas resultan mortales para un adulto y las toxinas que desprende se absorben tan rápido que puede llegar a producir la muerte sin dar tiempo a que el cuerpo manifieste ningún tipo de síntoma.
