La solución de Mercadona para blanquear nuestras almohadas y sus fundas cuando aparecen manchas amarillas

Este remedio también es útil en el caso de las almohadas de látex y espuma viscoelástica que no se pueden lavar a máquina

Daniel Vascoy

La limpieza de baños y dormitorios es lo que se conoce como ropa de cama. Las toallas, los albornoces, pero también las sábanas y las fundas de almohada forman parte de esta categoría.

Con el paso del tiempo, no es raro que el desgaste afecte inevitablemente a estos artículos, haciendo que se vuelvan peludos y duros, o que se manchen con antiestéticas manchas amarillas.

En cuanto a las toallas duras y ásperas, ya hemos sugerido una solución para que vuelvan a ser suaves y esponjosas sin la ayuda del suavizante.

Hoy, en cambio, nos centraremos en el dormitorio y, en concreto, en cómo limpiar y blanquear almohadas manchadas y amarillentas.

Por qué los halos amarillos

Si bien es cierto que al menos una vez a la semana cambiamos las sábanas y las fundas de las almohadas para lavarlas, no se puede decir lo mismo de la almohada. Y esta es precisamente la razón por la que nuestras almohadas tienden a tener antiestéticas manchas amarillas. Con el tiempo, éstas absorben el sudor y las secreciones del cuero cabelludo que atraviesan las fundas de la almohada y se adhieren a ella.

De hecho, no basta con cubrir la almohada con fundas para deshacerse de la suciedad, sino que es útil ocultarla. Sin embargo, sigue siendo conveniente higienizar el lugar donde ponemos la cara cada noche.

Hay muchas soluciones que pueden ser útiles para este fin, recordando los remedios tradicionales de la abuela o métodos agresivos como la lejía. Sin embargo, un remedio que garantizará un excelente resultado, más que el bicarbonato, el limón y el vinagre clásico, es el percarbonato de sodio.

El percarbonato de sodio es un agente blanqueador muy potente basado en el oxígeno activo. Esto significa que, una vez en contacto con el agua, el percarbonato libera oxígeno favoreciendo la acción blanqueadora. Para blanquear las almohadas amarillentas, debemos ponerlas en remojo en 40 g de percarbonato y agua caliente. Durante el remojo, también podemos añadir una esencia de nuestra elección para obtener un agradable aroma. Esperamos una hora y luego metemos la almohada en la lavadora a un máximo de 40º y 800 rpm. Al final del lavado, dejamos que las almohadas se sequen al aire libre.

Este remedio también es útil en el caso de las almohadas de látex y espuma viscoelástica que no se pueden lavar a máquina. Se puede adquirir en la sección de limpieza de los supermercados Mercadona.

Ropa blanca y reluciente

Por último, si necesitamos blanquear sábanas y fundas de almohada blancas en la lavadora, podemos utilizar un par de pastillas insospechadas que todos tenemos en casa. Este pequeño truco hará que nuestra colada vuelva a brillar de blanco.