Un cofrade llamado Felipe VI

El rey Felipe, ayer, en una de las procesiones celebradas en Sevilla.

El rey Felipe, ayer, en una de las procesiones celebradas en Sevilla. / efe

Agencias

El rey Felipe VI dedicó la tarde de ayer a presenciar varias procesiones de la Semana Santa de Sevilla y, en pleno centro de la ciudad, al inicio de la carrera oficial, tocó el llamador de los dos pasos de la Hermandad de la Redención, el del Beso de Judas y el de la Virgen del Rocío. Los costaleros de los pasos, en respuesta al golpe del llamador efectuado por el Rey para la levantá del paso, contestaron al unísono Viva España, mientras alzaban las figuras sobre sus espaldas.

El capataz de los costaleros de la Virgen del Rocío, Carlos Yruela, en ese momento de la procesión, se ha dirigido a su cuadrilla de costaleros diciéndoles "qué orgullo y qué satisfacción que toque este martillo", en alusión a don Felipe y la forma de los llamadores de los pasos, unos pequeños martillos colocados en su frontal con cuyo sonido el capataz dirige a los costaleros.

El Rey presenció igualmente cómo el saetero de Osuna (Sevilla) Manuel Cuevas le dedicó una sentida saeta a la Virgen del Rocío, al final de la cual incluyó unas palabras alusivas a Felipe VI y a su presencia en Sevilla. El monarca, que rompió el protocolo para saludar a un grupo de chiquillos junto a uno de los palcos de la carrera oficial, estuvo acompañado por la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien aseguró a los periodistas que el Rey ha disfrutado con su visita. "Ha visto cómo vivimos la Semana Santa, nuestra semana grande; y ha sentido el cariño de la gente", añadió sobre el Rey, al que los cofrados obsequiaron con estampitas.

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