La tonadillera Isabel Pantoja salió ayer a las 13.15 horas de la prisión de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), en la que ingresó el 21 de noviembre de 2014, para disfrutar de un permiso de cuatro días. Pantoja cumple en la cárcel sevillana una pena de dos años por blanqueo de capitales y este primer permiso ordinario se le ha concedido tras haber cumplido, como es preceptivo, una cuarta parte de la condena.

Isabel Pantoja vestía un pantalón blanco y una blusa roja. El pelo lo llevaba recogido en una coleta, portaba un bolso grande blanco y no usaba gafas de sol. Salió sonriente, saludando con la mano a las personas que se encontraban en la puerta del penal sevillano. Su hermano Agustín fue a buscarla a la cárcel y juntos se dirigieron hasta la finca Cantora en un coche de color rojo y el techo blanco.

Numerosos fotógrafos, periodistas y cámaras de televisión esperaban la salida de la cantante. También muchos fans de la tonadillera aguardaban su salida desde primera hora. La cantante se trasladó a la finca Cantora, donde ya la esperaban su madre, Ana; su hijo Kiko, con su pequeño Francisco y su compañera Irene; su hermano Bernardo y su esposa y su sobrina Anabel. La juez de vigilancia penitenciaria número 2 de Sevilla, que ha autorizado un permiso de cuatro días a la cantante, ha establecido que tiene que pernoctar en su finca gaditana y que, como sucede siempre con este tipo de permisos, si durante el día se trasladase a otra provincia, tendría que comunicarlo.