El torero Francisco Rivera Ordóñez y su mujer, Lourdes Montes, presentaron ayer, con gran expectación, a su hija recién nacida, Carmen, ante las puertas de la Clínica Quirón de Sevilla, donde el diestro agradeció el cariño recibido desde que resultó cogido de gravedad en Huesca. El torero, que posteriormente se recuperó de sus heridas en el mismo hospital donde su mujer dio a luz el pasado miércoles, expresó su gratitud "a la Unidad de Cuidados Intensivos de Zaragoza, a la unidad de Huesca, la Clínica Quirón de Zaragoza", donde fue atendido tras la cogida.

Rivera, que apenas dirigió unas palabras a los medios de comunicación congregados en la clínica, destacó "la entereza" con la que su esposa "lo ha abordado todo" y señaló que se trata de "una mujer diez de los pies a la cabeza".

Lourdes Montes y su hija ya han sido dadas de alta y también Francisco Rivera, con lo que los tres han podido abandonar el centro hospitalario. El diestro sufrió el pasado 10 de agosto una grave cornada en la plaza de toros de Huesca, donde fue operado por las importantes heridas que sufrió en el bajo vientre.

Carmen, que lleva el nombre de su abuela paterna, pesó al nacer 3,340 kilogramos y mide 51 cm. Francisco Rivera estuvo presente en el parto, tal y como era su deseo.

Su hermana Tana, sus tíos Cayetano y Eva González y otros familiares ya tuvieron la aportunidad de conocerla al ir a visitarles al hospital.