Max Rosett, un nuevo empleado de Google, reveló en su blog que obtuvo el puesto de una manera poco ortodoxa. Rosett realizaba una búsqueda cuando el buscador le mostró el mensaje: "Estás hablando nuestro idioma, ¿te apuntas a este desafío?". Fue redirigido a un test secreto y días después fue seleccionado.