Han pasado ya cien años desde que naciera, 75 de su primer número uno y 35 de su particular canto de cisne New York, New York, pero la voz y la figura de Frank Sinatra no sólo no se han apagado, sino que permanecen como una piedra fundamental de la música y la cultura popular del siglo XX.

Icono y estrella legendaria del swing y del jazz, capaz de resistir el impulso del primer rock y hasta de convertirse en un meritorio actor dramático, Sinatra encarna la imagen del sueño americano, del talento y la ambición desmesurados, pero también del personaje con misterios y sombras aún por descubrir.

Nacido el 12 de diciembre de 1915 en Hoboken (New Jersey), su infancia estuvo marcada por sus orígenes italianos, la rigidez de su madre y la pobreza propia de su zona y de la depresión económica.

"Voy a volar alto. He planeado mi carrera. Desde el primer minuto que me subí a un escenario decidí llegar justo hasta donde estoy, como el chico que empieza siendo un oficinista y tiene la visión de llegar a ocupar la oficina del presidente", dijo Sinatra en 1943 según el libro Frank: The Making of a Legend, de James Kaplan.

Tras una retirada frustrada en 1971, prolongó su carrera hasta su muerte en 1998, el fin de una estrella con alrededor de 1.300 canciones grabadas y cuya vida definió así su hijo Frank Sinatra Jr.: "Sus imperfecciones eran irritantes, pero fue un artista genuino y su obra perdurará mientras las personas puedan escuchar, reflexionar y sentir".