El príncipe Carlos de Inglaterra salió ileso el pasado fin de semana de una colisión con un ciervo cuando conducía por Balmoral, la finca escocesa de la reina Isabel II, según informó ayer el tabloide 'Mirror'.

Clarence House, residencia oficial del príncipe, ha rehusado dar detalles sobre el incidente, que se produjo cuando Carlos iba al volante de un Audi A4 que quedó "gravemente dañado", según el periódico.

Una fuente citada por el 'Mirror' relata que el heredero al trono británico, de 67 años, se encontraba "agitado" tras el choque aunque no sufrió daño alguno, mientras que se desconoce si el ciervo sobrevivió al accidente.

"Carlos es un conductor prudente, pero a veces (los ciervos) se lanzan hacia la carretera y hay poco que puedas hacer. Debió de ser un susto enorme para él", comentó esa fuente.

Según la Asociación de Automovilistas británica (AA), entre 40.000 y 75.000 ciervos mueren cada año en las carreteras del Reino Unido, unos accidentes que causan heridas a más de 450 personas al año y provocan daños en vehículos valorados en 11 millones de libras (13 millones de euros).

Diversos miembros de la familia real británica se reunieron el pasado fin de semana en Balmoral, donde el príncipe Carlos fue visto conduciendo el vehículo con el que más tarde sufrió el percance.