La infanta Elena expresó su reconocimiento a la emigración española en una visita a la residencia de ancianos Santiago Apóstol en Río de Janeiro, de la Sociedad el Recreo de los Ancianos, que acoge a más de 200 personas. La Infanta llevaba un protector en el antebrazo que le mantiene rígida la muñeca tras la rotura sufrida en un accidente hípico.