Tal y como le sucedió a Renée Zellweger, que tuvo que ganar peso para encarnar a la taquillera Bridget Jones, Charlize Theron ha tenido que hacer lo mismo para su último proyecto cinematográfico, Tully. "Sí, estoy muy gorda ahora mismo", dijo la actriz a la prensa que cubrió la Gala amfAr Inspiration en Los Ángeles.