Como hace tres años, Madrid volvió a enloquecer el sábado con el cantautor Ed Sheeran, número uno mundial y referente de una generación de jóvenes gracias a su mezcla de folk, pop, soul y hip hop, inofensiva para el discurrir de los tiempos pero tremendamente efectiva. El británico volvió a mostrarse más que solvente en un directo a solas frente al público que abarrotaba el WiZink Center (antiguo Palacio de Deportes).