La Ópera de Viena rindió el pasado viernes un cálido homenaje al legendario tenor y barítono español Plácido Domingo con motivo del 50 aniversario de su debut en este teatro, considerado uno de los más importantes del mundo. Un joven Domingo, de entonces 26 años, que tuvo su primera actuación en el escenario vienés el 19 de mayo de 1967 al interpretar el papel de Don Carlos en la ópera del mismo nombre de Giuseppe Verdi.

En la gala del viernes, en una abarrotada Ópera de Viena, actuaron aparte del propio Domingo, tenores de relieve internacional como el mexicano Ramón Vargas y el ruso Dmitry Korchak, entre otros. Entre las cantantes destacaron la soprano portorriqueña Ana María Martínez, la búlgara Sonya Yoncheva y la ucraniana Maria Nazarova.

El programa estaba compuesto por obras de Verdi, presentadas en forma de concierto: primero la apertura de Nabucco, luego el tercer acto de Un ballo in maschera, seguido por el segundo acto de La traviata y finalmente el tercer acto de Simon Boccanegra. En las tres partes cantadas Domingo tuvo los papeles centrales, siempre con la música de la orquesta de la Ópera de Viena, bajo la batuta del italiano Marco Armiliato.