Cabalgan juntos de un lado a otro del planeta ajenos, al menos eso parece, a la expectación que suscita cada una de sus apariciones. Son los cachorros de los millonarios y de la realeza unidos por una pasión en común: los caballos. No hay torneo de renombre y casi siempre con una firma de lujo patrocinadora detrás al que falten en Europa: de Inglaterra a Francia, pasando por España.

El último escenario ha sido el hípico de Montecarlo (Mónaco), el pasado fin de semana, donde los Grimaldi ejercieron de anfitriones y dejaron unas suculentas imágenes que en España no han pasado desapercibidas porque junto a la reina monegasca, la elegante Carolina de Mónaco, aparecieron su hija, la princesa Carlota, y también la heredera de Inditex, Marta Ortega. Ambas son habituales en ese grupo de cachorros ricos y famosos de los circuitos ecuestres, pero hasta ahora iban por libre y como mucho se limitaban a saludarse cariñosamente. No ha sido así en Montecarlo, donde los fotógrafos las han pillado juntas y bien avenidas, compartiendo palco con Carolina, y además con un añadido: acompañadas de sus novios, ellos también de buen rollo.

Relación consolidada

Marta Ortega se dejó ver, y ya van varias veces, con su pareja desde hace algo más de un año, Carlos Torretta. Carlota de Mónaco apareció con Dimitri Rassam, con quien corteja desde hace unos cuantos meses y con quien hasta ahora prefería que no la retratasen. Pero en Montecarlo todo ha sido distinto. Si la primera vino a consolidar una relación que no oculta desde hace tiempo, la segunda la confirmó.

La heredera del imperio textil Inditex y la princesa comparten algo más que su pasión ecuestre: son más o menos de la misma edad, 33 y 31 años; son madres de dos hijos pequeños; están separadas (divorciada en el caso de la hija de Amancio Ortega) del padre de sus retoños; tienen fama y dinero; y ahora viajan por medio mundo acompañadas de dos hombres que parece que les han dado estabilidad y seguridad para disfrutar de la vida.

Una relajación que se vio en el palco de Montecarlo, presidido por Carolina de Mónaco, a quien Carlos Torretta (agente de modelos e hijo del diseñador Carlos Torretta) saludó educadamente. Hechas las presentaciones, el grupo disfrutó el sábado de una animada jornada a tenor por las fotografías. Marta Ortega y Carlota de Mónaco compartieron conversación entre ellas y con sus parejas, algo que la prensa ya se ha apresurado a destacar como síntoma de una consolidada amistad.

En el palco se vieron también dos estilos: el más puro chic francés, encarnado por una elegante Carlota ataviada con un llamativo vestido negro con plumas en el escote, y el look fresco y sencillo de Zara que siempre exhibe Marta Ortega, más discreta con una camisa blanca estratégicamente desabotonada.

Ni rastro de Athina Onassis

Por allí estaban también Jessica y Jennifer, hijas de Bruce Springsteen y Bill Gates. Ambas integrantes de ese grupo de cachorros ricos y famosos, pero que no salieron en la foto. Competir y ganar a la genética de los Grimaldi y al imperio textil para marcar estilo es más difícil que completar el circuito de saltos del elitista torneo de Montecarlo. Ni rastro, eso sí, de otra habitual en este tipo de certámenes, Athina Onassis, enfrascada en los últimos meses en su divorcio.