Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía protagonizaron ayer el tradicional posado en el Palacio de Marivent, en la que fue su primera aparición juntos de su estancia veraniega en Mallorca.

Cuatro días después de que Felipe VI llegara a la isla para abrir su agenda de actividades, se unieron a él en público la Reina y sus hijas, a las que concedieron esta vez un protagonismo añadido cuando, nada más aparecer, posaron las dos juntas, separadas de sus padres.

Tanto la Princesa, que a finales de octubre cumplirá doce años, como su hermana menor, que en abril hizo diez, se mostraron en todo momento sonrientes, aunque algo tímidas ante el amplio número de periodistas congregados.

"Qué día de calor, ¿eh?", comentó de forma distendida don Felipe al dirigirse a los algo más de 60 reporteros que acudieron al encuentro en Marivent, que duró poco más de cinco minutos.

En esta ocasión, la familia real quiso que la sesión fotográfica fuese ante la entrada principal del palacio, después de que el pasado año lo hicieran en uno de los bancos de los jardines.

Con algo de retraso respecto al horario previsto, Felipe VI fue el primero en asomar por la puerta principal, a continuación lo hicieron sus hijas y, de inmediato, la Reina.

"Bastante" calor

En el pórtico, don Felipe y doña Letizia dejaron que las dos pequeñas se unieran para que pudieran captarlas juntas ante el aluvión de disparos de las cámaras.

Leonor lució un vestido blanco y Sofía, uno azul grisáceo moteado con estrellas blancas. Las dos, con pelo suelto, calzaron sandalias, aunque, al ser más gruesa la suela de las de la Infanta, la hacían más alta que su hermana mayor.

Don Felipe vestido camisa de rayas, pantalón largo blanco y zapatos náuticos, mientras doña Letizia lució un top de rayas, un pantalón del mismo color y abarcas menorquinas.

Tras el primer posado, los cuatro se dirigieron a los periodistas para estrecharles la mano uno a uno.

"¿Hace mucho calor?", le preguntaron a la infanta Sofía, a lo que se limitó a contestar: "Bastante".

Concluida la ronda de saludos, se dirigieron a otro punto para colocarse de nuevo juntos, con el detalle de que el Rey les dejó subirse a un bordillo para que no hubiera tanta diferencia de altura.

Los Reyes estuvieron en todo momento pendientes de sus hijas, con las que intercambiaron algunas frases y varios gestos de cariño y complicidad.

En los dos últimos años, los Reyes mantuvieron una breve conversación informal con los periodistas, pero esta vez no lo hicieron.

La sesión fotográfica la concluyeron subidos a la escalinata lateral del palacio, desde donde Felipe de Borbón exclamó a los periodistas: "Qué paséis buen verano".

Es la primera vez que los Reyes aparecen con sus hijas desde la comunión de la infanta Sofía, el pasado 17 de mayo en Madrid.

En lo que va de año, se les pudo ver también juntos en abril en la misa del Domingo de Resurrección en la Catedral de Palma y en febrero, en la estación invernal de Astún (Huesca).

El posado tuvo lugar después de que don Felipe hubiese participado en la primera jornada de regatas de la Copa del Rey de vela en aguas de la bahía de Palma de Mallorca.

El monarca navegó al timón del Aifos, y, por primera vez desde que regatea en la competición, su embarcación lidera la clasificación en su categoría.