La cantante estadounidense de música pop Taylor Swift testificó ayer en su juicio contra David Mueller que este locutor le agarró la nalga por mucho tiempo durante una sesión de fotos previa a un concierto en Denver (EEUU) en 2013.

Swift, de 27 años, y Mueller, de 55, testificaron ayer durante la tercera jornada del juicio que les enfrenta y que empezó el martes en la capital de Colorado bajo gran expectación mediática. "Fue un manoseo definitivamente, un manoseo muy largo. Fue intencional, se quedó agarrado a mi nalga. Noté cómo me agarraba la nalga por debajo la falda", dijo Swift durante su declaración, que duró cerca de una hora. La cantante definió esa agresión como "horrible y chocante", y dijo que nunca antes le había pasado.

Cuestionada su versión por el abogado de Mueller, Gabriel McFarland, Swift respondió repetidas veces: "Su cliente me agarró la nalga". Mueller, disyóquey y exlocutor de la emisora de la que fue despedido a raíz de la supuesta agresión, dijo que pudo haber rozado el trasero de Swift sin querer, aunque negó haberlo agarrado tal y como dice la cantante: "No, no lo hice". La cantante pide una compensación simbólica de un euro.