El hijo de Terele Pávez, Carolo, dio cuenta ayer al despedirla de cómo era la actriz que le vio nacer -"era un ser irrepetible", señaló-, pero también lo han hecho sus compañeros, como el director que estuvo con ella en muchas películas, Álex de la Iglesia: "Un talento arrollador, que me enseñó a vivir". Esas son algunas de las palabras de su más allegados que se acercaron ayer al tanatorio de San Isidro de Madrid para despedir a Pávez que que falleció el pasado viernes en el Hospital la Paz como consecuencia de un derrame cerebral.

Carolo llegaba poco después de las diez de la mañana, cuando se abría la capilla ardiente, y lo hacía con un cuadro con el dibujo de una mujer que, según relató, le regalaron a su madre tras grabar Las brujas de Zugarramurdi (2013), por el que recibió un Goya en la categoría de reparto. Un cuadro -que presidió la capilla ardiente- que tiene un gran significado personal porque una antigua pareja suya le hizo un retrato a Pávez que está expuesto en un museo, y al hacer esa película un amigo encargó una copia del mismo para la actriz.

Después de dejar el cuadro en el tanatorio, Carolo, emocionado decía: "Dar gracias a toda la luz de amor que nos está llegando. Es imposible responder a todo el mundo como es debido, son demasiadas cosas". Y lo son porque todo "ha sido demasiado rápido". Terele tenía una "salud de hierro", pero un "cuadro delicado" por su edad y, como decía su hijo, "era la mala salud de hierro, que uno va aguantando hasta que ha ocurrido esto".

Kiti Manver, Álex de la Iglesia, Charo López, Pilar Bardem, Pepe Viyuela o Concha Velasco también se acercaron a darle el último adiós.