El amor también se rompe en los matrimonios más asentados y los famosos no son una excepción. Angelina Jolie y Brad Pitt, una de las parejas más estables, sacudieron las portadas de las revistas en septiembre pasado, cuando anunciaron su divorcio tras una década juntos y miles de fotografías que evidenciaban su pasión. Casi un año después, sus fans pueden respirar tranquilos de nuevo: los Brangelina suspenden su separación porque, según los implicados, muchas cosas "han cambiado" desde su ruptura.

Hollywood ofrece sus historias de amor perfectas, pero la realidad superaba la ficción con los Brangelina. Los dos actores posaban acaramelados en cualquier festival de cine y paseaban junto a sus seis hijos, tres biológicos hasta la gran noticia. El protagonista de Seven había volcado su vida en el alcohol y su esposa se mudó con los niños a una mansión de 25 millones de dólares en Los Ángeles, aludiendo a "un gran salto adelante" para ella en declaraciones que realizó a la revista Vanity Fair.

Otra ruptura que ha destrozado el corazón de los cinéfilos es la de Chris Pratt y Anna Faris. La pareja, que se conoció en el rodaje de Llévame a casa, nena, notificó vía Instagram y Facebook su divorcio después de ocho años juntos y un hijo en común, Jack, de 3 años. En el comunicado, ambos informaron la desgraciada noticia de esta manera: "Anna y yo estamos muy tristes de anunciar nuestra separación legal. Lo hemos estado intentando mucho tiempo y estamos realmente decepcionados. Nuestro hijo tiene dos padres que lo aman profundamente y por su salud mental queremos mantener este proceso lo más privado posible". Chris Pratt acudió sólo a los Teen Choice Awards 2017 para recoger el galardón a mejor actor de ciencia ficción por su papel en la segunda parte de Guardianes de la Galaxia. Anna Faris de momento no se ha presentado en público después de la separación, aunque según actrices como Patti Stanger la pareja sigue viviendo bajo el mismo techo, así que todavía quedan esperanzas.

En España también existe una tragedia amorosa que ya se había vaticinado hace algunos meses y ninguno de los dos confirmaba: Paula Echevarría y David Bustamante, la pareja que publicaba su felicidad en las redes sociales, han roto. Los españoles no se habían recuperado aún de la ruptura entre Chenoa y David Bisbal y ahora tienen que enfrentarse a una noticia inaudita que no se esperaban. Los rumores se acrecentaban ya en la comunión de su hija, Daniela, celebrada en junio, y finalmente, el ex triunfito admitió su soltería en medio de su último concierto en Málaga. A pesar del fracaso en su matrimonio, la actriz de Velvet y el cantante mantienen una relación cordial por el bien de su heredera.

No son los únicos en desestabilizar su relación. La actriz Scarlett Johansson se separó del periodista francés Romain Dauriac después de tres años enamorados a principios de enero, en medio de una revolución de rumores que no conseguían confirmar la noticia. Dos meses después, Scarlett Johansson pedía la custodia legal de su hija Rose Dorothy a su exmarido.

Los medios británicos siguen casi cada día el polémico divorcio de Mel B y Stephen Belafonte, un matrimonio de diez años repleto de infidelidades, drogas y supuestos abusos verbales y físicos que han culminado en una orden de alejamiento pedida por la antigua Spice Girl para que no se acerque ni a ella ni a sus tres hijos, y en una reclamación de una pensión y la custodia legal y física de su hija por el productor.

Cuba Gooding JR. y Sara Kapfer también se divorciaron a principios de este 2017 después de 22 años de matrimonio, tres hijos en común y una bonita historia de amor que comenzó con su noviazgo en el instituto y que decidieron consolidar en 1994 con su boda. El actor ha pedido mantener sus ganancias y la custodia compartida de su hija.