Las calles del barrio londinense de Notting Hill se llenaron ayer de música, baile y color para festejar su carnaval, el festival callejero más grande de Europa y que este año recordó a las víctimas del incendio de la Torre Grenfell. En esta edición, el carnaval rindió homenaje a las 80 personas que murieron el pasado 14 de junio.