A semejanza del personaje que interpreta en su última película, Madre!, a la estadounidense Jennifer Lawrence la fama le ha permitido descubrir lo insaciables que son los seres humanos, que en muchas ocasiones "se sienten con derecho a todo".

Por Madre!, que ayer se estrenó en España, desfilan Caín y Abel, el "ángel exterminador" de Luis Buñuel y una plétora de alegorías y metáforas cuya sola enumeración daría para llenar un libro.

La película del director Darren Aronofsky (Nueva York, 1969) ha levantado reacciones muy encontradas, desde quienes la consideran una obra maestra a quienes la catalogan como la peor película del siglo, algo con lo que Lawrence ya contaba.

"Esperaba que fuese polarizadora, controvertida, porque es una agresión. Es la película más visceral que existe. Algunas personas no quieren ver eso, no quieren sentirlo, así que estábamos preparados para que hubiese gente que la odiase", dijo en una entrevista con Efe en París.

Para la joven actriz, que a sus 27 años es una de las estrellas más rutilantes de Hollywood y cuya interpretación en Madre! ha sido ensalzada, Aronofsky pretendía reflejar lo "insaciable" que es la humanidad.